Olivas dimite como presidente de Bancaja
Rompe su enrocamiento y será sustituido por Antonio Tirado de forma transitoria
MADRIDActualizado:José Luis Olivas ha presentado su dimisión como presidente de Bancaja, cargo en el que será reemplazado de forma transitoria por el hasta ahora vicepresidente de la entidad, Antonio Tirado, cuya elección se ha demorado más de una hora debido a que se han formulado "dos propuestas, ninguna de las cuales ha sido aceptada por los candidatos". Tirado ya copresidió la caja entre 1991 y 1993 y también fue presidente entre febrero de 1997 y marzo de 1998.
Olivas ha aprovechado su intervención ante el consejo de administración para "dejar claro" que su objetivo siempre ha sido defender los intereses de Bancaja y su grupo, algo que, ha remarcado, ha hecho "hasta el último día". Ello, "a pesar de la incomprensión que han generado algunas de las decisiones en los últimos años", ha agregado. Ha recordado que la entidad, además de que "fue invitada" en mayo de 2010 a participar de un SIP, ha sido objeto de varias auditorías tanto por el Banco de España como por empresas externas.
El hasta ahora presidente de Bancaja ha afirmado que es consciente de que durante estos ocho años "han ocurrido cosas difíciles de explicar y de entender en este momento". No hay que olvidar, ha dicho, "que hemos pasado en España y en la Comunitat Valenciana de una larga época de gran crecimiento económico, a otra en la que nos encontramos ahora y en la que estamos sufriendo la crisis económica más grave, probablemente desde los años cuarenta".
Los consejeros habían sido convocados esta misma mañana por el secretario del consejo, quien les fue llamando uno por uno para informarles de la convocatoria cuyo único punto era la dimisón de Olivas y la propuesta de nombramiento de Tirado como su sustituto de forma transitoria. Tirado, en su condición de exvicepresidente del Banco de Valencia, también está incluido en la acción social de responsabilidad anunciada por los accionistas del Banco de Valencia contra la cúpula de la entidad intervenida, con Olivas al frente.
Olivas deja su cargo "por decisión personal" medio año después de su salida de las cúpulas directivas de Banco de Valencia, de Banco Financiero y de Ahorros (BFA) y de Bankia. En concreto, el 28 de octubre abandonó la presidencia de Banco de Valencia, tres semanas antes de que fuera intervenido por el Banco de España y ese mismo día, 21 de noviembre, presentó su dimisión como vicepresidente de BFA, como vicepresidente único para Participadas de Bankia y como consejero de ambas.
Ha presentado su dimisión después de casi dos meses de enrocamiento. A finales de marzo ya estuvo a punto de ceder a las presiones y presentar su renuncia, pero el hecho de que trascendiera su intención de dimitir le hizo dar un paso atrás para retrasar un desenlace inevitable desde su dimisión como vicepresidente del grupo BFA-Bankia. Días antes, se supo que Olivas tendría que declarar en el TSJ de Valencia en calidad de imputado por una denuncia presentada por pequeños accionistas del Banco de Valencia.
Fuentes financieras y políticas venían señalando que la salida de Olivas de Bancaja "estaba cantada", pero los acontecimientos de las últimas semanas han precipitado su salida. La dimisión de Rodrigo Rato y la nacionalización de Bankia y, sobre todo, la decisión de la junta de accionistas del Banco de Valencia de ejercer una acción social de responsabilidad contra el propio Olivas y el consejero delegado del banco, Domingo Parra, han provocado que el presidente de Bancaja no pudiera mantenerse enrocado en el único cargo que le quedaba.
Olivas también se enfrenta a un expediente del Banco de España por su actuación como presidente de Banco de Valencia; a una iniciativa judicial por las mismas razones, en la que tiene la consideración de imputado; y a las acciones legales que van a emprender los actuales gestores del banco. Por otra parte, el partido socialista ha pedido su comparecencia parlamentaria para dar explicaciones de su papel en Bankia.
El paso de Olivas por Bancaja
Con una trayectoria marcada por la política y tras haber ocupado diversos puestos en la administración valenciana , Olivas llegó a la presidencia de Bancaja en 2004, después de haber sido nombrado Francisco Camps presidente de la Generalitat en sustitución de Eduardo Zaplana, que se incorporó al ejecutivo de Aznar como ministro de Trabajo.
Las dificultades del sistema financiero derivadas de la crisis y del excesivo peso del sector inmobiliario en las carteras de las entidades, obligó a Bancaja a integrarse en un Sistema Institucional de Protección (SIP) junto a Caja Madrid, La Caja de Canarias, Caja de Avila, Caixa Laietana, Caja Segovia y Caja Rioja, en diciembre de 2010, cuando Olivas fue nombrado vicepresidente ejecutivo de la entidad resultante y primer ejecutivo de la cartera de participadas.
Gestión cuestionada
Sin embargo, la poca sintonía con el presidente de Bankia, Rodrigo Rato, y las dificultades detectadas tanto en Banco de Valencia , como en Bancaja y en la propia Bankia, han condicionado la permanencia de Olivas tras ser cuestionada su gestión en estas entidades.
El propio presidente de la Generalitat valenciana, Alberto Fabra, anticipó tras la salida Rato de Bankia que su decisión podría implicar "cambios" en la dirección de la caja valenciana , aunque estos cambios se condicionaron a una aportación de dinero por parte del Estado para estabilizar la situación financiera de Bankia.
En las últimas semanas, la marcha de Olivas se antojaba para muchos como inevitable tras la dimisión de Rato y la solicitud de su sucesor, José Ignacio Goirigolzarri, de que el Estado entrase en el capital de BFA, lo que supuso la nacionalización de su filial cotizada Bankia, y conllevó varias jornadas de caída en Bolsa.
Una semana después de que el consejo de administración de BFA pidiese la entrada del Estado en su capital, mediante la conversión en acciones ordinarias de los títulos emitidos por importe de 4.465 millones de euros y recibidos en forma de préstamo público a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), llegó otra cita clave en este proceso con la celebración el pasado 14 de mayo de la junta general de accionistas de Banco de Valencia .
En esa sesión, además de aprobar la reestructuración de capital propuesta por el FROB, los accionistas de la entidad dieron luz verde a la propuesta de ejercer la acción social de responsabilidad contra Olivas y Bancaja -a la que representaba en el consejo-, contra el ex consejero delegado Domingo Parra y Bancaja Seguros, contra Antonio Tirado y Valenciana de Inversiones Mobiliarias, y también contra Aurelio Izquierdo, como ex consejero delegado y expresidente.
De este modo, la sociedad -Banco de Valencia- promoverá ante los tribunales una acción civil contra los administradores con la finalidad de resarcir los daños y perjuicios ocasionados por su gestión. De acuerdo con la legislación mercantil, los administradores responden frente a la sociedad del daño que causen por actos u omisiones contrarios a la ley, a los estatutos o por los realizados incumpliendo los deberes inherentes al desempeño del cargo.
Además, el administrador del FROB en el banco Juan Antonio Iturriaga anunció que están "elaborando un informe muy amplio y preciso" y que, en base a ese documento, "en fechas no muy alejadas" iniciarán "alguna acción legal significativa derivada de los hechos y circunstancias" acaecidas en la entidad, que ya van "conociendo y documentando progresivamente".
Esas acciones se suman a la querella que investiga el juzgado de Instrucción número 3 de Valencia, interpuesta por la asociación de accionistas Apabankval contra Olivas y el resto de miembros del consejo de administración de la entidad por presunta falsedad contable, administración desleal y delito societario.