El otro Rossi, profeta en su tierra

No se llama Valentino, se llama Louis. Tiene 22 años y en tres temporadas en el Mundial de 125cc nunca se había subido al podio. Un piloto del montón. hasta que la lluvia convirtió la carrera de Moto3 del el Gran Premio de Francia de 2012 en una eliminatoria constante, con bajas casi a cada vuelta.

Héctor Faubel, Miguel Oliveira y Maverick Viñales se cayeron liderando la carrera, y también rodaron por los suelos peleando por las primeras posiciones Fenati, Kornfeil, Salom y Khairuddin, engrosando una interminable lista de hasta diecisiete pilotos caídos. Rossi fue el único de los delante que no se cayó, y así se encontró, a ocho vueltas para el final, liderando la carrera con veinte segundos de ventaja después de ver como Maverick se iba al suelo ante sus narices. Y en su país, en su ciudad, pues nació en Le Mans, la ciudad francesa donde el motor es leyenda, la tormenta se convirtió en paraíso.

Rossi se llevó el premio gordo, pero los españoles Alberto Moncayo y Alex Rins también ganaron en la lotería de la lluvia, a pesar de rodar durante toda la carrera lejos de los puestos de cabeza. El podio del andaluz es el primero del curso para el equipo Bankia Aspar, pero el del catalán es más especial: el primero en este Mundial y Cortese también besó el asfalto. Al menos él pudo volver a pista y terminar sexto.