Cumpleaños con diamantes
La prestigiosa joyería Tiffany's honra en el 175 aniversario su tradición metalúrgica con la creación de una nueva aleación, el Rubedo
MADRIDActualizado:Cuando a la pizpireta Holly Golightly le invadía la angustia solo había un lugar en el mundo donde pudiera refugiarse: Tiffany's. "Allí nada malo puede ocurrir. Es tan silencioso y soberbio", confesaba el personaje interpretado por Audrey Hepburn en 'Desayuno con diamantes' (1961). La película de Blake Edwards glorificó a la famosa joyería, que este año conmemora su 175 aniversario. Casi dos siglos de historia en los que la innovación, el lujo y el mito han dado forma a su identidad.
Al sur de Nueva York, en la calle Brodway, Tiffany & Young abrió sus puertas por primera vez en 1837. En su primer día solo consiguieron recaudar cinco dólares, pero ese mismo año idearon una de las señas de identidad que han mantenido a lo largo del tiempo, las cajas de color turquesa. Esa gran visión empresarial de Charles Lewis Tiffany y John Young, los fundadores, les permitió rápidamente convertir un pequeño negocio de papelería en la firma de joyas más prestigiosa de la época.
Años más tarde y producto del afán de introducir líneas de productos que se distinguieran por su exquisita calidad, la firma norteamericana comienza a utilizar la aleación 925/1000, denominada plata esterlina y que se implantaría como estándar de calidad en 1851. No sería esta la única aportación de Tiffany's al mundo de la orfebrería. En 1926, la joyería establece el estándar de la pureza del platino, un hallazgo importantísimo para el negocio, porque ayudará a que se refleje el verdadero brillo de los diamantes.
A mediados del siglo XIX, Charles L. Tiffany se hace con el control absoluto del negocio, pasándose a llamar Tiffany & Co. La excelencia de sus artesanías hizo que el nombre de la marca recorriera rápidamente los círculos más selectos de la sociedad estadounidense. Así, el presidente Abraham Lincoln encargó para su esposa un brazalete de perlas, que luciría en la toma de posesión de 1860. Años más tarde, Eisenhower acudiría también a la joyería para regalar a su mujer un prendedor.
'Amarillo de Tiffany'
Con la marca ya consolidada y en plena guerra civil, la casa se dedica a fabricar espadas y material quirúrgico. Una vez acabada la contienda Tiffany's vuelve a centrarse en el negocio de las joyas con la adquisición en 1877, por 18.000 dólares (14.000 euros), del famoso 'diamante amarillo'. Una pieza de 287.42 quilates que solo han lucido dos mujeres: Mrs. Sheldon Whitehouse (1957) y Audrey Hepburn (1961).
En los últimos 70 años, el conocido como 'Amarillo de Tiffany' solo se ha exhibido en la tienda de la Quinta Avenida de Nueva York, aunque con motivo del aniversario de la firma la gema viajará a Tokio, Pekín y Dubái, engastada en un collar de platino y diamantes.
Tras la muerte del fundador, el estallido de la I Guerra Mundial y el crack del 29, la empresa entra en declive, significando el fin de una época y el comienzo de otra. En 1940 la tienda se traslada a su emplazamiento de los últimos cien años, la esquina de la calle 57 con la Quinta Avenida de Nueva York. Hasta allí, cientos de turistas peregrinan cada día para fotografiarse a lo Audrey Hepburn, como en la mítica escena en la que ella desayuna frente al escaparate de la joyería.
Ahí, en el escaparate más visitado del mundo, se puede ver el último metal creado por Tiffany's. Con motivo del 175 aniversario la casa de joyas ha ideado el Rubedo, una aleación inspirada en la alquimia medieval, honrando así la centenaria tradición metalúrgica de la firma.