El Gobierno de Hollande hace suya la política antiterrorista de Rajoy
Francia se suma a la exigencia de que ETA se disuelva para siempre y entregue las armas como paso previo a cualquier gesto
MADRID.Actualizado:«La posición del Gobierno español es también la del Gobierno francés». La frase dicha ayer por el nuevo ministro del Interior galo, Manuel Valls, era exactamente la que quería oír su homólogo español, Jorge Fernández Díaz.
El primer encuentro entre los titulares de Interior de los dos países fue, incluso, mejor de lo esperado, según fuentes de la delegación española. Interior consideraba «muy importante» que Valls mostrara, como hizo, su apoyo «sin fisuras» a la política antiterrorista española, sobre todo esta semana, en la que ETA ha intentado con su comunicado del miércoles involucrar a la comunidad internacional para conseguir una mesa de negociación sin entregar antes las armas.
El encuentro entre ambos no fue muy largo, pero sí intenso y en una atmósfera muy cordial. Valls, nacido en Barcelona, y Fernández charlaron en castellano y catalán sobre la situación de ETA en un encuentro bilateral durante la reunión de ayer de ministros del llamado G6 -Alemania, España, Francia, Italia, Polonia y Reino Unido- celebrado en Munich.
Fernández Díaz acudió a la cita en la la ciudad bávara con la intención de arrancar del nuevo Ejecutivo del socialista François Hollande el compromiso de que París no va a hacer ningún guiño a ETA por cuenta propia, sobre todo en política penitenciaria como amagó en alguna ocasión Nicolas Sarkozy, y que en ningún caso se va a sentar a dialogar con los terroristas, que han anunciado que tienen lista una «delegación» para negociar con los Gobiernos de los dos países.
Rajoy sostiene que mientras ETA conserve sus arsenales y no proceda a su desaparición definitiva no puede haber siquiera contactos preliminares. Interior quería oír que esa posición es también la del Eliseo. Y así fue. «La disolución de esta organización terrorista evidentemente es una condición 'sine qua non'», apuntó Manuel Valls.
Pero el ministro del Interior galo fue incluso más allá y sostuvo que, en lo que respecta a París, será el Ejecutivo de Rajoy el que marque los ritmos y el calendario sobre cómo actuar con ETA después de que decretara el pasado octubre su alto el fuego definitivo. «Corresponde al Gobierno español, y solo al Gobierno español, aportar las respuestas que considere útiles», dejó claro Valls, quien insistió en que Francia considera que la entrega de las armas debe ser la «primera manifestación tangible» de que la banda ha apostado «definitivamente por abandonar el recurso de la violencia».
En el Ministerio del Interior, donde las palabras de Valls se acogieron con indisimulada satisfacción, se interpretaron estas declaraciones como un aval sin matices a la más importante decisión del Gobierno de Mariano Rajoy en materia penitenciaria desde su llegada al poder, la de no acceder siquiera al acercamiento de presos de ETA mientras la banda no anuncie su desaparición o mientras sus reclusos, de manera individual, renieguen de la organización terrorista, aunque no pidan perdón a sus víctimas. «La reinserción individual en el marco de la ley», como la calificó ayer el ministro español.
«Ni negocia ni negociará»
Los responsables del departamento de Fernández Díaz llegaron a Munich con la idea de que el ministro del Interior francés debe entender, y hacer suyo, el planteamiento de que el Gobierno español jamás aceptará negociar y no admitirá ni «verificaciones» internacionales ni «mediaciones» ni «presiones» externas. Según la delegación española, el colaborador de Hollande entendió, y «compartió», las tesis de su homólogo. Fernández, ya en la conferencia de prensa posterior al encuentro, una vez más resumió la postura del Gobierno: «No ha habido ni hay ni va a haber en ningún momento ningún tipo de negociación. El Gobierno de España ni ha negociado ni negocia ni va a negociar jamás con una organización terrorista».
Si al Ejecutivo español le faltaba todavía un gesto más, también lo tuvo. Valls aprovechó para anunciar que la próxima semana, en la que será una de sus primeras visitas como ministro de Interior, se desplazará a Madrid para volver a reunirse con Jorge Fernández Díaz y para revisar la agenda de la lucha antiterrorista.