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El diputado británico Dennis Skinner. / Foto: Archivo | Vídeo: YouTube
Cultura británica

El 'dinosaurio' que se quiere comer a la Reina

El diputado británico Dennis Skinner convierte en tradición sus pullas a Isabel II antes del discurso anual en la Cámara de los Lores

ÁLVARO SOTO
MADRIDActualizado:

Como un ritual mil veces repetido, el pasado 9 de mayo la Reina de Inglaterra llegó en carroza, de largo y coronada, a Westminter. Recorrió sus estancias y, tras cumplir la tradición de ser rechazada en la Cámara de los Comunes (ningún rey ha entrado en ella desde 1642), dirigió sus pasos hacia la Cámara de los Lores, donde se disponía a leer, ante los parlamentarios, el discurso que esbozaba las líneas generales de las políticas del Gobierno. El Black Rod, su guardaespaldas, el primero entre los ujieres, le abrió camino. Con tono solemne, anunció que Su Majestad iba a comenzar a dirigirse a los presentes. Y en un tono no menos solemne, una voz fuerte se escuchó, proclamando: “Año del Jubileo, doble recesión. ¡Bien empezamos!”. Media sala se echó a reír, la otra media no sabía dónde meterse. El parlamentario laborista Dennis Skinner acababa de cumplir con otro de los rituales de este discurso anual: vacilar, en sentido literal, a toda una Reina de Inglaterra.

Dennis Skinner es un político de otra época, un “dinosaurio”, como lo llamó David Cameron con clara intención de ofenderle. Pero consiguió todo lo contrario. Para Skinner, diputado laborista en los Comunes desde 1970, exminero, exlíder sindicalista, ácrata, miembro del ala más izquierdista de su partido, irreverente, gracioso y excéntrico, las palabras del primer ministro fueron un elogio. Alguien bregado en mil batallas, dialécticas sobre todo, pero también físicas (arrancar carbón a la tierra curte), no se achanta por el comentario de nadie, por mucho primer ministro que sea.

Hijo de mineros, miembro de una familia numerosa que lo pasó muy mal para salir adelante, Skinner, que acaba de cumplir 80 años aunque no piensa retirarse jamás, se ha convertido en una voz imprescindible en la Cámara británica. Sus opiniones son siempre sarcásticas y su estilo pone a sus oponentes políticos, y a veces a sus propios compañeros, contra las cuerdas. Skinner encabeza el ‘awkward squad’ (pelotón de los plastas), un grupo de diputados izquierdistas que se dedica a torpedear las intervenciones de los ministros del Gobierno. Nick Clegg, el viceprimer ministro, fue el último en sufrir sus molestos ataques. Ataques que le han costado abundantes sanciones. Sus hitos son dos: en 1992 llamó “verruga viscosa” al ministro de Agricultura, John Gummer; en 2005 aseguró que el ‘tory’ George Osborne esnifaba cocaína.

Presa favorita

Pero a Skinner le gusta la caza mayor y su presa favorita es su coetánea, Isabel II. Un segundo antes de que Su Majestad inicie el discurso anual, el díscolo diputado se sale del guion y suelta una perla dirigida al Black Rod, el ‘guía’ real, para que se la traslade a la Reina. La Wikipedia recoge, año a año, la lista de bromas. Algunas son intraducibles. Otras son, directamente, una gamberrada. Y en algunos casos, Skinner pone el dedo en la llaga. En 1992, por ejemplo, le gritó al Black Rod: “¡Digale (a la reina) que pague impuestos!”. En 2000, soltó: “¡Dígale que lea el Guardian (periódico que hacía campaña contra la monarquía)!”. En 2005 Skinner atacó el flanco personal de Isabel II: “¿Traerá a Camilla con ella?”. En el 2006 le preguntó al Black Rod: “¿Tiene usted a Hellen Mirror (la actriz que protagonizó a Isabel II en el cine) en standby?”.

Skinner es un político apasionado que en el Parlamento no quiere hacer amigos, sino defender hasta el final sus ideas y las de sus electores: republicano, agnóstico, amigo de los que menos tienen. Un bicho raro, pero imprescindible.