BICENTENARIO

Portugal rinde homenaje a la Constitución de Cádiz en su 200 aniversario

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El valor de la Constitución de Cádiz como elemento modernizador de la sociedad de la época y su influencia e posteriores ordenamientos jurídicos han sido puestos de relieve hoy en Lisboa, donde se le ha rendido homenaje en su 200 aniversario.

"¡Viva la Pepa! Historia y actualidad", es el nombre del seminario organizado por el Instituto Cervantes que ha reunido a historiadores, juristas, expertos y políticos de España, Portugal y Brasil para discutir sobre su importancia histórica y su influencia tanto en la Península Ibérica como en América.

En los actos de hoy, en la sede lisboeta del Cervantes y en el Parlamento luso, participan también el secretario de Estado de Cultura de España, José María Lassalle, y su homólogo portugués, Francisco José Viegas.

El acto de la Asamblea de la República lusa para conmemorar la Constitución de Cádiz se centra en el coloquio "Soberanía y Constitución en la actualidad", al que también asisten los diputados españoles Pedro Ramón Gómez, del Partido Popular, y Juan Moscoso, del Socialista, entre otras personalidades.

En el debate académico celebrado hoy en la sede del Instituto Cervantes participaron el jurista Carlos Garriga y el historiador Francisco Villacorta, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España.

Las conexiones y diferencias entre "La Pepa", la Constitución lusa de 1822 -la primera de su historia- y la brasileña de 1824 centraron el acto del Cervantes, en el que también intervinieron la profesora portuguesa Ana Cristina Nogueira y la historiadora brasileña Andréa Slemian.

Garriga defendió el "potencial de cambio" que introdujo el texto legislativo elaborado por las Cortes de Cádiz en plena guerra contra la Francia de Napoleón, centrado en "reformar" las tradiciones más que cambiarlas y recordó que el Estado pasó a asumir entonces la defensa de la religión como algo inherente a la nación.

Villacorta, por su parte, incidió en que las constituciones "no son suficientes para construir la modernidad" y subrayó que por este motivo los historiadores en general se "distancian" del valor que a estos textos les otorgan los juristas.

En relación con la Constitución lusa, Ana Cristina Nogueira apuntó que los portugueses intentaron diferenciarse de la norma elaborada por los españoles, aunque en varias áreas su aplicación acabó por ser muy parecida.

Slemian resaltó, en ese sentido, las similitudes entre las corrientes constitucionales que surgieron en aquella época por toda Iberoamérica.