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MUNDO

Europa estrena el nuevo eje París-Berlín

La primera toma de contacto entre los dos mandatarios concluye con un apoyo a una Grecia que se mantenga dentro del euro

ALMUDENA DE CABO CORRESPONSAL
BERLÍN.Actualizado:

La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, resaltaron ayer la importancia de mantener una relación «constante y estrecha» entre los dos países para establecer «un camino común» y expresaron su deseo de que Grecia permanezca en el euro. «Queremos que Grecia se quede y sabemos que la mayoría de los griegos lo quieren así», declaró Merkel. «Europa está preparada para potenciar el crecimiento y eso es algo que ayudará también a Grecia», agregó Hollande.

Conscientes de la intensa agenda política europea trataron los puntos más importantes en el primer encuentro bilateral entre los dos mandatarios en un intento por limar asperezas. «Tenemos una gran responsabilidad de cara al buen desarrollo de Europa y por ello trabajaremos de manera intensa para el Consejo de Europa de junio», indicó la canciller, a la vez que resaltó la importancia de presentar ideas de manera conjunta en temas como el pacto de crecimiento.

Para Hollande en este encuentro con su homóloga alemana era importante dar una imagen de «continuidad». «Es nuestra historia, nuestra obligación. Nuestro deseo es continuar de manera conjunta», agregó con la mirada puesta en todos aquellos que vaticinaron en su momento un debilitamiento del eje franco-alemán. «Aunque hay puntos que nos separan, trabajaremos de manera conjunta», subrayó. El líder galo no dejó escapar la ocasión para indicar que en la cumbre de junio habrá que poner «todo sobre la mesa», es decir, «todo lo que tenga que ver con el fomento del crecimiento y también los eurobonos». Los dos pactos van de la mano y eso lo volvió a resaltar el mandatario francés. «Mantengo lo que dije en campaña electoral. Las dos cosas van juntas y habrá que analizarlas» y especificó que «está a favor de un presupuesto sólido, pero también a favor de un crecimiento porque sin crecimiento no se podrá reducir la deuda».

La primera toma de contacto entre los dos mandatarios europeos no comenzó, como se dice, con buen pie. Un rayo alcanzó el avión del recién investido presidente de la Quinta República y le obligó a regresar a París. Ni rayos ni tormentas le impidieron acudir a su ansiada cita con Angela Merkel. Tras más de una hora de retraso y con el batallón de honor en posición en el patio principal de la Cancillería de Berlín donde ondeaba desde primera hora de la mañana la bandera francesa junto a la alemana, llegó por fin el esperado momento, el primer cara a cara entre los dos políticos llamados a convertirse en la pareja política más importante de la UE.