Andalucía recorta sueldos y sube impuestos para salvar empleo público

Menos salario a cambio de no quedarse en la calle. El Gobierno andaluz de coalición entre PSOE e IU dio a conocer dónde meterá la tijera este año para cumplir el objetivo de déficit del 1,5% del PIB regional, y que en el caso de Andalucía pasa por un recorte de 2.500 millones. El Ejecutivo ya había avisado que no ahorraría en Sanidad o Educación, sus líneas rojas, por lo que el margen era escaso. El grueso del esfuerzo ha recaído en los funcionarios, cuyos sindicatos anunciaron movilizaciones para la próxima semana.

El reajuste del presupuesto andaluz para 2012, que ya ha sido remitido al Ministerio de Hacienda para el análisis en el Consejo de Política Fiscal y Financiera de mañana, se basa en una disminución del gasto de 2.500 millones sobre los 30.032 millones de euros previstos, que se solventan por una doble vía: aumento de los ingresos vía impositiva, unos 1.000 millones, y reducción del gasto, sobre todo, en personal.

La consejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, presentó el plan estructurado en torno a la idea de evitar despidos y «preservar el sistema educativo». Y es que los cálculos de la administración andaluza cifran en casi 30.000 los puestos que penderían de un hilo de aplicar la ampliación de jornada de 35 a 37,5 horas del Gobierno central. De momento, matizó, el aumento de la jornada no afectará al incremento de la ratio de alumnos por aula.

Para compensar esta medida, la Junta propondrá flexibilidad para el incremento de horas y quien no quiera hacerlo deberá renunciar a parte proporcional de su salario. La parte más espinosa, y que será negociada con los sindicatos, afecta a los complementos y pluses salariales. Se eliminan los complementos adicionales en las pagas extras, y se anulan los premios de jubilación y otros beneficios de los convenios, como los planes de pensiones.

El reajuste llega también al equipo de Gobierno, que baja su sueldo un 5%, y reduce los delegados provinciales. Se elimina la mitad de la flota de vehículos, se reduce la partida de protocolo de muchos departamentos, y se limita el cobro de dietas.

A estas medidas la Junta suma una subida de tasas. Se incrementa un punto el tramo autonómico del IRPF a partir de los 60.000 euros de renta a partir de 2014. Además, se sube la tasa de hidrocarburos, salvo el gasóleo agrícola, los impuestos del patrimonio y el de actos jurídicos documentados, así como la tasa tragaperras. También se pondrá en marcha un plan contra el fraude fiscal, y se congela la inversión en infraestructuras, unos 570 millones, y por tanto casi no habrá obra nueva, salvo casos excepcionales.

El plan ya ha recibido el rechazo de la oposición, cuyo líder, Javier Arenas, calificó los recortes de «agenda oculta». Para el líder del PP andaluz el Ejecutivo autonómico, «siguiendo los pasos de Zapatero», volverá a recortar el gasto social, «cuyo presupuesto ya ha disminuido en más de 6.000 millones en los últimos años».