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Juan José Padilla se reencontró con sus paisanos el sábado. :: ESTEBAN
Sociedad

Una faena maciza de El Juli y el éxito de Padilla, lo mejor en Jerez

La casta de tres toros de Manolo González también destaca en la Feria del Caballo, que no llega a llenar el coso en ninguna de las corridas

JOSÉ REYES
CÁDIZ.Actualizado:

Juan José Padilla, que obtuvo cuatro apéndices en la tarde del retorno a su plaza de Jerez, y El Juli, que obtuvo cuatro orejas y un rabo en su comparecencia del viernes 11 de mayo, se erigen en los indiscutibles triunfadores de la recién finalizada Feria del Caballo. Un ciclo taurino en el que ninguno de los carteles anunciados ha sido capaz de congregar a más de tres cuartos de plaza y en el que han sorprendido las pobres entradas registradas en el festejo de rejones celebrado miércoles y en la corrida del jueves 10 de mayo. Se lidió este día un encierro de Manolo González, en el que saltaron a la arena los tres toros más encastados de la feria. El primero, un ejemplar negro que fue lidiado sin estrecheces por Rivera Ordóñez , y un burraco y un colorado que le cupieron en suerte a El Cid, quien realizó un gran esfuerzo ante ellos pero sin alcanzar el tono artístico que la calidad, transmisión y movilidad de sus oponentes demandaba. Al segundo de su lote, armónico animal que se arrancó de largo al caballo e hizo pelea de bravo en todos los tercios, se le concedió con justicia el premio póstumo de la vuelta al ruedo. Peor condición evidenciaron los toros correspondientes al lote de Daniel Luque, cuyo paso por Jerez quedó casi inadvertido.

La jornada anterior se había celebrado la tradicional corrida de rejones en la que se lidiaron los consabidos toros de Fermín Bohórquez. Tarde triunfal para Diego Ventura, que sufrió un aparatoso percance sin consecuencias, y que al final compartiría salida a hombros con Pablo Hermoso de Mendoza. Marchó por sus propios pies Fermín Bohórquez, quien firmó una actuación muy digna y entonada pero que no tuvo fortuna con el rejón de muerte.

Las corridas de Núñez del Cuvillo y de Juan Pedro Domecq bajaron de forma notable el nivel de presentación ganadera, hasta el punto de resultar inadmisible para la categoría de una plaza como la de Jerez la aprobación de reses tan anovilladas como el sexto de los cuvillos o los dos primeros de los juanpedros. Encierros que, además, sobresalieron por su falta de raza y por la sosería de sus embestidas. Sólo la generosidad presidencial y su profusión de orejas concedidas taparon lo que, en la mayoría de los casos, se reducía a trasteos aburridos y sin relieve.

Entre todos ellos cabe destacar el realizado por El Juli ante el cuarto de Núñez del Cuvillo, un manso al que la consumada técnica del madrileño abdujo en los engaños y al que también se le concedió la vuelta al ruedo, con el que mostró la categoría de su portentosa tauromaquia. Esa tarde, José María Manzanares se mostró muy valiente y decidido ante las aviesas miradas de un animal incierto y peligroso, del que consiguió muletazos de un enorme mérito. También triunfó ese día El Fandi, con una exhibición más de su espectacular toreo.

Cogida de Cayetano

Se cerró la feria con una descastada corrida de Juan Pedro, en la que Morante de la Puebla anduvo de puntillas y sólo dejó pinceladas de su acreditada excelsitud, y en la que Padilla saboreó el triunfo ante sus paisanos tras realizar una luminosa labor, desbordante de entrega y de ganas de agradar. Sorprendió la casta torera derrochada por Cayetano, quien se mostró muy decidido y variado con el capote y con mucha disposición con la muleta. A pesar de haber sido cogido por el tercero, volvió a la arena para lidiar al sexto toro. Después supimos que llevaba una cornada de dos trayectorias en el muslo derecho, de pronóstico grave. Fue intervenido ayer en la clínica de Los Álamos por el doctor Mendoza y su estado evoluciona con normalidad.