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Angela Merkel señala un mapa durante una visita a un colegio. :: THOMAS PETER / REUTERS
MUNDO

Merkel se mantiene firme pese a su derrota

La canciller niega que el descalabro de la CDU en Renania del Norte afecte su posición en el Gobierno y defiende su plan de austeridad

ALMUDENA DE CABO CORRESPONSAL
BERLÍN.Actualizado:

La canciller federal de Alemania, Angela Merkel, asumió ayer el peor resultado de su historia en Renania del Norte Westfalia con cara de circunstancias, pero quiso dejar claro que no ve su política europea amenazada ni su posición de liderazgo al frente del Gobierno de Berlín. Convencida de los pasos dados hasta ahora, la mandataria abrió al mismo tiempo la puerta para negociar con la oposición la votación del pacto fiscal en el Bundestag el próximo mes.

«Fue un día amargo, un día de una derrota amarga y dolorosa», confesó al iniciar su discurso ante los periodistas reunidos en la sede de la CDU en Berlín. A pesar de los intentos de su candidato Norbert Röttgen de desvincular el desastroso resultado en el 'land' más poblado de Alemania del Ejecutivo, Merkel quiso dar la cara. «Es también nuestro fracaso. Perdemos juntos y ganamos juntos. Somos una gran familia», subrayó. La mandataria aprovechó también la ocasión para desmentir los rumores de una posible sustitución de Röttgen al frente de la cartera de medioambiente y resaltó la «necesidad de contar con una continuidad en materia de política energética».

El triunfo del Partido Social Demócrata alemán (SPD) encabezado por Hannelore Kraft «tiene mucho que ver con su líder», indicó Merkel, mientras que el buen resultado registrado por el Partido Liberal (FDP) demuestra «cómo de rápido pueden cambiar las cosas». Hace dos meses, todos los sondeos vaticinaban un nuevo batacazo del FDP en las elecciones, sin embargo, el nombramiento de Christian Lindner como candidato a encabezar las listas del partido en Renania del Norte Westfalia fue todo un éxito y ayer la cúpula de la formación se frotaba las manos en la sede del partido en Berlín, donde el ministro de Exteriores, Guido Westerwelle, habló incluso de un «efecto Christian Lindner».

Durante los últimos días, Merkel intentó quitar importancia a estos comicios diciendo que «son las elecciones de un Estado federal alemán, ni más ni menos», algo que volvió a repetir ayer. «Eran elecciones de un 'land' y en ese sentido serán analizadas». No obstante, sus actos reflejaban otra cosa. La importancia de esta cita con las urnas para Merkel se pudo ver en el número de veces que acudió a arropar a su candidato, hasta nueve veces se situó a su lado en los actos del partido. Para los expertos, dos cosas se desprenden de este fracaso: un desafortunado candidato y una mala campaña centrada en el elevado endeudamiento de la región y la necesidad de reducir el gasto.

La oposición liderada por el SPD ha aprovechado las elecciones celebradas en Renania del Norte -consideradas como un barómetro político- para clamar a los cuatro vientos que el resultado refleja el hartazgo de la población con la política de ahorro de Merkel. «Los temas eran los mismos que hace dos años, esa es nuestra línea y es la correcta. Esa es la socialdemocracia en Alemania y es por lo que trabajamos», comentó Kraft. «SPD y Los Verdes han demostrado que pueden ganar juntos, mientras que Angela Merkel y sus socios ya no tienen perspectivas de futuro», afirmó, por su parte, el líder de los socialdemócratas germanos, Sigmar Gabriel, que recordó que la CDU no ha ganado ninguno de los 11 comicios regionales celebrados desde 2009.

Medidas de crecimiento

A pesar de las críticas, la líder alemana volvió a defender su receta de austeridad para salir de la crisis. «Este resultado no afecta el trabajo en Europa. No tenemos nada en contra de elementos que fomenten el crecimiento. No obstante, la pregunta es qué significa eso para la política presupuestaria», comentó la canciller, que no ve ninguna relación entre las dos cosas. Merkel también avanzó que se reunirá con los partidos de la oposición para mantenerles informados. «Mañana discutiré con Hollande sobre la política europea e informaré después a la oposición», indicó, a la vez que precisó que la «crisis griega no surgió porque se ahorrara demasiado, sino porque el déficit público se hizo cada vez mayor».

Merkel es consciente de que necesita el apoyo del SPD y Los Verdes para sacar adelante el pacto fiscal tanto en el Bundestag como en el Bundesrat, un apoyo que no le saldrá gratis. Sus líderes ya han informado que no respaldarán ninguna política de recortes que no vaya acompañada de elementos que fomenten el crecimiento y la creación de empleo.