Los socios del euro examinan hoy la reforma bancaria y los compromisos autonómicos
Bruselas cree que las medidas financieras acordadas «deberían disipar las dudas persistentes»
MADRID.Actualizado:El Eurogrupo examina hoy el plan que acaba de aprobar España para sanear la banca, que exigirá a las entidades 30.000 millones de provisiones adicionales, y también las medidas del Gobierno de Mariano Rajoy para controlar el gasto de las Comunidades Autónomas. Aunque el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, tendrá que responder a muchas preguntas de sus colegas, tiene bastante allanado el camino. Cierto que la nacionalización de Bankia, el cuarto grupo financiero español, ha abierto nuevas incógnitas, pero el anuncio de que dos sociedades independientes evaluarán los balances completos de todas las entidades satisface el último requerimiento de la Comisión Europea. En cuanto a las autonomías, el Ejecutivo acaba de anunciar que prepara la intervención de las cuentas de Asturias, comunidad que lleva dos meses sin gobierno.
Bruselas se ha anticipado a reconocer que las reformas acordadas por el Consejo de Ministros del pasado viernes «deberían disipar las dudas persistentes sobre la estabilidad del sector bancario español». El comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rhen, adelantó este juicio en un comunicado, donde recordó que la precaria situación de Europa, y en particular la que atraviesa España, es el resultado de una «combinación grave y entrecruzada de la fragilidad del sector bancario y de la crisis de la deuda soberana». «Una respuesta rápida y profunda del sector bancario será una piedra angular de la respuesra de España a la crisis y de su estrategia global de reformas», añadió.
No sorprenden estas frases de aliento porque, según algunas fuentes, el ministro de Economía Luis de Guindos viajó el pasado jueves a Milán y Fráncfort para explicar al propio Olli Rhen, que se encontraba en la ciudad italiana, y al presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, los detalles del proyecto concreto del Gobierno español. La contrapartida al apoyo obtenido fue la recomendación de que auditores independientes examinen de forma exhaustiva las carteras bancarias de las entidades nacionales.
El Ejecutivo de Mariano Rajoy ha aceptado la sugerencia sin el menor recelo. En realidad, apenas le importa que se ponga en cuestión la actuación del Banco de España. El organismo supervisor tiene desplazados in situ decenas de inspectores que realizan el seguimiento diario de las entidadades nacionales y debe conocer al detalle las 'tripas' de cada banco. Pero los fiascos de unas cuantas cajas de ahorro han dado alas a las críticas al gobernador del instituto emisor. Miguel Fernández Ordóñez fue nombrado por los socialistas hace seis años y está a punto de terminar mandato.
La Comisión entiende que el conjunto de medidas emprendidas por España en el sector financiero es ahora satisfactorio. «La combinación del aumento de provisiones para cubrir futuras pérdidas, la segregación de los activos problemáticos, la valoración independiente de los balances y la disponibilidad de los fondos públicos necesarios para apoyar la reforma son esenciales para reforzar la confianza de los consumidores en los bancos españoles», concluyó el comisario Rehn su mensaje, tras recordar que «las medidas que impliquen ayudas públicas deberán ser analizadas y aprobadas por la Comisión».
Tres años de parches
También el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha manifestado que las actuaciones llevadas a cabo hasta ahora eran insuficientes. «La reforma financiera actual busca la solución definitiva para el sector tras tres años de parches y soluciones parciales», declaró el jefe del Ejecutivo en su intervención durante la clausura del XIII Congreso del PP en el País Vasco.
Aunque el decreto del pasado febrero llevaba ya la firma de los populares, Rajoy aseveró que si los cambios se hubieran adoptado antes, no se tendrían que acometer «tarde, mal y a rastras». Precisó que ahora se trata de hacer «lo que se tenía que haber abordado hace cuatro años, cuando lo hicieron Europa y Estados Unidos», e instó a tener confianza, porque los efectos de dinamizar el crédito y de que se coloquen en el mercado miles de viviendas y el sector vuelva a tirar «no se notarán de inmediato». «Hay que ganarse la confianza y eso lleva tiempo», admitió. Bruselas, no obstante, le ha pedido al Gobierno español que elabore una previsión sobre la corrección que los precios de los inmuebles pueden experimentar en los próximos dos años.