«Debemos crear espacios para la transformación y el optimismo»
Iñigo Kortabitarte, fundador del Congreso Internacional Ciudadanía Digital, convierte San Sebastián en la capital de internet con expertos llegados de todo el mundo
SAN SEBASTIÁN Actualizado: GuardarEsta semana los cubos del Kursaal han acogido un congreso definido por muchos de los presentes como especial. La tercera edición del #CICD, organizado por Diariovasco.com, ha servido para reflexionar sobre grandes conceptos y hablar de pequeños cambios cotidianos. La irrupción de las tecnologías de la información y de la comunicación en todas las capas de la sociedad da para mucho que pensar y hacer, tal y como destacaron algunos de los más de 60 expertos de todo el mundo llegados a San Sebastián. Iñigo Kortabitarte, fundador del evento, da las claves de una cita con mucho futuro por delante.
-¿Cuál es el balance de esta tercera edición?
-Hicimos una apuesta ambiciosa por crecer, por ampliar la oferta de contenidos y actividades y con ello el potencial de crecimiento del congreso. Y el resultado ha sido la asistencia de cerca de 600 congresistas en las diferentes actividades, 2.000 de media siguiendo los contenidos que se han retransmitido en streaming a través de la web del congreso, seguimiento informativo estatal en televisión, prensa y radio, y una auténtica marea de participación a través de las redes sociales. Todo ello teniendo en cuenta que se trata de un congreso profesional, y que hay congresistas que han realizado un esfuerzo económico importante para poder asistir. Es como para celebrarlo pero sólo durante un rato, porque hay que ponerse a pensar en cómo hacerlo mejor el año que viene, con el reto principal de que son eventos muy caros de producir y no es fácil hoy conseguir recursos económicos para seguir creciendo. Aún así, lo haremos.
-¿Cómo se consigue que el padre de internet venga a Donostia?
-Pues básicamente a base de amistad y de transmitirle la ilusión por construir algo grande. Paul (Mockapetris) es una persona increíble, de gran humildad a pesar de ser el artífice de uno de los inventos con mayor capacidad transformadora de la Historia. Personas como él, o como Matt (Barrie), Garth (Holsinger), Andy (Stalman) o Bruno (Lanvin), considerados auténticas referencias mundiales en sus respectivos terrenos, son tan sensibles como tú y como yo a una propuesta sincera de construir espacios donde se hable de oportunidad, de cambio, de optimismo... y por supuesto de internet, tecnología y redes. Para mí ha sido emocionante convencerles de que merecía la pena estar aquí, y además ahora cuento con su amistad. No se puede pedir más.
-Siguiendo los mensajes de los congresistas en las redes sociales, parece que recibieron un chute de adrenalina, ¿por qué?
-El congreso habla del impacto transformador de internet, es decir, de la tecnología y las redes, en ámbitos troncales de la sociedad como la educación, la gobernanza, la competitividad o las relaciones entre las personas, todo ello bajo el paraguas conceptual de tratar de imaginar la ciudadanía digital del futuro. Y ello implica ponerse a uno mismo en tesitura de reinventarse, de reinventar lo que es mejorable. Internet proporciona a cada persona herramientas, canales, conocimiento y capacidad de acción para ejercer esa labor transformadora. Y ahí ya no hay excusas. Tenemos que abandonar la trampa de asumir que la sociedad civil somos personas a quienes las cosas nos ocurren porque sí. Internet empodera a la gente para que cada uno pueda contribuir a cambiar las cosas, y los congresistas perciben eso. Y lo ven como una maravillosa oportunidad. Ese es el verdadero chute de adrenalina.
-Es que las cosas están muy duras
-Claro. Por eso es más importante que nunca inspirar, crear espacios para la transformación y el optimismo. No podemos encerrarnos colectivamente en una habitación a llorar y sonarnos los mocos los unos a los otros. ¿Está complicado? Sí. Pero podemos decidir redoblar esfuerzos y tratar de hacer las cosas mejor que nunca. Eso es algo que han entendido muy bien los patrocinadores y colaboradores del congreso, que a pesar de lo complicado de la coyuntura han apostado si cabe con más fuerza que antes por crear un referente para el sur de Europa en torno a las tecnologías, el cambio y la ciudadanía. Mi agradecimiento desde aquí a todos ellos.
-¿Es posible medir qué poso deja el congreso?
-El congreso no consiste solamente en dos días de asistencia. Los espacios que creamos para la interacción entre ponentes, congresistas y patrocinadores permiten relaciones que van mucho más allá.
-¿Algún ejemplo?
-En el congreso se ha gestado una misión tecnológica de empresas del Polo de Innovación Audiovisual a la London Tech City; Matt Barrie ha entrado en contacto con personas que van a ayudarle a la puesta en marcha de freelancer.com en España; Insead e Isdi han avanzado en el establecimiento de acuerdos estratégicos para la creación de programas de formación... Se han establecido cientos de interacciones que dejan resultados que van mucho más allá de las conferencias y talleres. El congreso ha reunido a los principales prescriptores a nivel nacional para el gobierno abierto y la transparencia en las administraciones, y de los grupos de trabajo han salido protocolos que tendrán impacto en las políticas.
-¿Qué sensaciones ha dejado la competición de proyectos de emprendedores?
-Muy buenas, y era una incógnita al ser la primera vez que la organizábamos. Recibimos 60 candidaturas de las que se seleccionaron 10 con base en el modelo de negocio, potencial de crecimiento, calidad del equipo y así hasta 20 parámetros distintos. Los tres ganadores, mashme.tv, yaysi.com y pickate.com, son proyectos con posibilidades de convertirse en grandes empresas. Ha sido un lujo también poder contar con un jurado de altísimo nivel, compuesto por inversores de talla nacional e internacional, emprendedores consolidados y representantes de escuelas de negocios.
-¿Qué momentos del congreso destacaría?
-Ha habido mucho donde elegir, pero destacaría el repaso a los nuevos modelos de comercio electrónico, las claves para impulsar la competitividad de los países mediante las TIC, cómo generar y medir la influencia a través de las redes sociales, el nuevo rol del docente, cómo los ciudadanos se organizan online para realizar peticiones, las claves del aprendizaje informal que se produce en las redes, la evaluación de las políticas de gobierno abierto y los modelos de negocio basados en IoT (internet de las cosas).
-¿Alguna conclusión en los debates en torno a la educación?
-El verdadero factor de cambio tiene tanto que ver con si incorporamos ordenadores al proceso de aprendizaje como con las enormes posibilidades que ofrece internet para el aprendizaje informal, menos lineal, más interactivo y compartido. El rol del docente parece evolucionar hacia un papel más centrado en la mentorización y en el análisis crítico que en la mera transmisión de conocimiento.
-¿Y qué hay de los planes para el futuro?
-Mejorar y seguir siendo ambiciosos, ese es el plan. Hemos traído a ponentes de Silicon Valley, Nueva York, Seúl, Sidney, París, Amsterdam... y todos ellos se asombran del potencial que tenemos en Euskadi. Les llama muy positivamente la atención nuestro espíritu emprendedor, la capacidad de relación interpersonal, la trayectoria de innovación y apuesta por ser competitivos. Todos coinciden en que este punto de encuentro puede aspirar a convertirse en un referente internacional sobre tecnología, ciudadanía, competitividad, tendencias y cambio. Crear espacios que puedan estar insertados en redes globales que nos acerquen al conocimiento y a las oportunidades es una necesidad a la que queremos y debemos contribuir.