LA ESPERA DE ARENAS
Actualizado:A L líder del PP andaluz todos los días le sale un cargo nuevo en Madrid. Javier Arenas no se cansa de repetir que por ahora se queda aquí. Pero tanto aquí, es decir, Andalucía, como allí, o sea Madrid, se da por seguro que el andaluz volverá a la Corte. ¿Cómo, cuándo, a qué puesto? Todo eso lo guarda bajo secreto el líder popular, a quien ya se le ve más animado que hace dos meses. Por algo será.
Según el entorno de Arenas, son los socialistas los que andan situándole en el Gobierno de Rajoy por ganas de fastidiar. Unos le colocan de vicepresidente en contrapeso a Soraya Sáenz de Santamaría y para poner orden en un Gobierno con problemas de comunicación. Otros le hacen sitio en la ejecutiva nacional con más protagonismo que el actual en detrimento de Dolores de Cospedal. Él lo desmiente rotundamente.
Lo que parece más claro es que Arenas seguirá siendo presidente del PP andaluz. Nadie parece que vaya a quitarle el sitio. Arenas no es mucho sin el referente importante del PP andaluz, partido que pese a no haber conseguido gobernar la Junta sigue siendo hegemónico en cuanto a votos en la Comunidad. En estos votos que le valieron a Rajoy para llegar a la Moncloa radica el peso de Arenas en su partido.
Pero si Arenas no es mucho sin el referente andaluz de su partido, menos es el PP andaluz sin Arenas. Su marcha ahora del todo provocaría un grave problema de liderazgo. Aunque ahora no haya elecciones, nadie asegura que no las vaya a haber en dos años. El PP no le augura al pacto PSOE-IU una legislatura completa. Muchos en el PSOE tampoco. Los populares no pueden arriesgarse a un cambio de liderazgo hasta no ver como camina el gobierno de coalición.
Como no se sabe si la espera va a ser más larga o más corta son también muchos los que barruntan en el PP que el político sevillano no aguantará mucho en el Parlamento andaluz. Es conocido que a Javier Arenas le apasiona más la política nacional que la andaluza. En realidad, como a Griñán y como a Chaves. ¿Qué es lo que espera Arenas? Lo que espera sobre todo es una salida digna y dejar controlado a su partido en Andalucía.
No parece que Arenas vaya a tener muchos problemas para ello como sí puede tenerlos Griñán. El dirigente socialista está en su mejor momento para revalidar la secretaría general. El Gobierno le ha hecho reforzar su liderazgo en el partido. Hace unos meses, hasta horas antes del recuento electoral del 25M, había quienes le preparaban la mortaja. Él lo cuenta así. Los sepultureros tendrán que esperar para ello. Pero no todos están dispuestos a claudicar.
El congreso del PSOE-A se prevé tenso, con provincias como Cádiz, Málaga y Sevilla convulsionadas con crisis internas. Jaén, hecho una piña, no va a ser tampoco fácil de manejar. Zarrías lo advirtió el viernes.
Las peleas provinciales pueden devolverle a Griñán los dolores de cabeza de antaño. Deberá entrar a negociar según la tradición socialista, es decir, con cargos en la mano. Algo a lo que Griñán no parece dispuesto. Se puede liar la marimorena. Por eso también la espera de Javier Arenas.