El Bundesbank garantiza que mantendrá a raya la inflación
La Oficina Federal de Estadística alemana revisa al alza los precios, que vuelven a vulnerar el techo de estabilidad del BCE
BERLIN.Actualizado:El presidente del Banco Central Alemán (Bundesbank), Jens Weidmann, desmiente de forma categórica que su institución esté dispuesta a tolerar un poco más de inflación para contribuir a mejorar la situación en el conjunto de la zona euro. En una entrevista publicada por el diario Suddeutsche Zeitung, Weidmann subraya que se trata de «un debate absurdo» en este momento. Ayer la Oficina Federal de Estadística alemana revisó al alza el índice de precios al consumo, que en abril se situó en el 2,1%, tasa idéntica a la de marzo y superior al umbral del 2% que el Bundesbank y el Banco Central Europeo (BCE) consideran techo de la estabilidad de precios.
«Como parte integrante de la zona euro, tenemos el mandato de contener la inflación en un promedio del 2% por año», recalcó el presidente del Bundesbank. Sus afirmaciones chocan con las palabras del ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, que el jueves pasado estimó «aceptable» una inflación de hasta el 3% en Alemania, un punto por encima del límite que marca el BCE. También contradicen un informe elaborado por un economista del regulador germano, que sugirió permitir un poco más de inflación y que algunos interpretaron como un cambio de orientación en la política sobre los precios.
Jens Weidmann rechazó esos argumentos y reafirmó que su institución mantendrá a raya el IPC. En la entrevista admitió que el escenario vaticinado por Schäuble puede «significar, según el caso, que la inflación en Alemania sea momentáneamente superior al promedio y que, al mismo tiempo, algunos países de la zona euro estén por debajo de la media». Pero a continuación dejó claro que «si nos aseguramos, en el consejo del BCE, de que la inflación media no supere el 2%, entonces la inflación no saldrá de ese marco en Alemania». «Los ciudadanos pueden confiar en la vigilancia del Bundesbank», insistió.
El miércoles, el Comité de Finanzas de la Cámara baja (Bundestag) recibió una «toma de posición» de un economista del Bundesbank que explicaba que «Alemania en el futuro podría tener una tasa de inflación más bien superior al promedio de la zona euro». Ese aumento no sería contrario al mandato del BCE, que defiende con uñas y dientes el Bundesbank, ya que el regulador del euro tiene que esforzarse por mantener los precios cerca pero por debajo del 2% en los diecisiete paíes que utilizan la moneda común.
Competitividad
Al día siguiente, el ministro de Finanzas se pronunció también en el sentido de que Alemania toleraría una subida de precios superior al 2%, pero a renglón seguido resaltó que «el Bundesbank no lo aceptaría». El banco central germano parecía hasta el pronunciamiento de su presidente dispuesto a pasar por alto algunas alzas de precios, lo que volvería a los productos «made in Germany» algo menos competitivos y mejoraría la competitividad de los países vecinos con problemas.
El país parecía así responder a las constantes críticas que le dedican sus socios, que le reprochan que protege de forma egoísta sus exportaciones a base de frenar los precios y salarios, sin tener en cuenta lo que ocurre en otros estados del euro. La concesión habría sido de altura para una institución (el Bundesbank) que cristaliza el apego de los alemanes a una moneda fuerte, alimentado por el recuerdo de la hiperinflación que precedió a la llegada de los nazis al poder en la década de 1930.