Messi celebra uno de sus goles. / Archivo
FÚTBOL | PRIMERA DIVISIÓN

Triste despedida liguera de Guardiola

El Barça jugó un encuentro menor en una noche en la que Alves fue expulsado

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Betis y Barça cerraron la Liga con un empate que hizo justicia a los méritos de cada uno. Los azulgrana fueron mejores en la primera mitad, mientras que los verdiblancos impusieron su velocidad en la segunda. En la que era la despedida liguera de Guardiola del banquillo del Barça, Valdés logró amarrar su quinto trofeo 'Zamora' como el portero menos goleado del año. Los otros títulos individuales a los que opta el Barça, el 'Pichichi' al máximo goleador y la Bota de Oro europea, es muy probable que los gane Messi, pero todo depende de la cifra que firme Cristiano Ronaldo este domingo. Si Cristiano no hace más de seis goles, los trofeos de mejor artillero serán para el argentino, que conquistaría su segundo 'Pichichi' y su segunda Bota de Oro. Además, con una cifra escandalosa, 50 goles, muchos más que los que han anotado buena parte de los equipos de Primera División. Las cifras de la 'Pulga' ponen incluso más al descubierto los malos guarismos de sus compañeros en ataque, ya que el segundo máximo goleador del Barça ha sido Alexis, con 12 goles. En esa diferencia puede estar una parte de los argumentos que explican por qué los azulgrana no han sido capaces de ganar la Liga.

Y si impresionantes son los números del argentino, no menos lo son los de Víctor Valdés, ganador del 'Zamora' por quinto año en su carrera, una auténtica bestialidad, que sitúa al portero catalán en el Olimpo de los arqueros españoles. Y es que el de L'Hospitalet ha alcanzado en el récord de trofeos a Ramallets, mito del barcelonismo y el único que había conseguido ganar el título de portero menos goleado cinco veces hasta la fecha. Pero lo que es más meritorio en el caso de Valdés es que ha logrado cuatro trofeos individuales seguidos, una marca que pasarán décadas hasta que otro arquero pueda igualar. No es casualidad que Valdés haya logrado cuatro coincidiendo con las cuatro temporadas en las que Guardiola ha dirigido al Barça.

Por ello, casi lo de menos en el choque del Villamarín fue que el Barça se adelantó muy pronto, en el minuto 8 de la primera parte, tras un córner lanzado por Xavi al primer palo, que remató de cabeza Busquets. El gol dio el control absoluto al Barça, que con la ventaja y el dominio del balón, pudo desplegar su fútbol control frente a un Betis que en la primera mitad no hizo demasiado para inquietar la meta de Valdés. Poco importaba también que los mejores minutos del Betis se registrasen después de la reanudación, en la que Rubén Castro y Pereira fueron dos puñales o que el Barça jugara con diez casi toda la segunda parte por culpa de una chiquillada de Alves que se borró de forma estúpida. Eso permitió a los andaluces dar un paso adelante, dar entrada a Roque Santa Cruz y poner en apuros la meta catalana. Así llegó el empate. Nacho lanzó en largo, Santa Cruz peinó de cabeza y Rubén Castro, con mucha habilidad, batió a Valdés de vaselina en el 70'. Para entonces el Barça ya estaba medio grogui. El 2-1 fue una jugada de tiralíneas. Beñat, Pereira y otra vez Rubén Castro pusieron a los béticos por delante. Pero los azulgrana no querían despedirse de su míster con una derrota. Apretaron los dientes, al menos en el tramo final, y Keita, de cabeza, logró el empate. Además de acabar la Liga de forma honrosa, Guardiola pudo hacer probaturas de cara a la final de Copa, ya que jugaron Xavi, Afellay y Piqué.