Spanoulis inutiliza la perseverancia de Navarro
La dirección del griego y la defensa de Olympiacos derrotaron al Barça en un duelo rudo en el que Navarro superó con esfuerzo sus problemas físicos
Actualizado: GuardarEl segundo billete para la final de la Euroliga se sacó entre empujones y apretar de dientes en Estambul. El Barça de Xavi Pascual y el Olympiacos se entregaron a un juego de defensa y solidez que perjudicó y exprimió a algunos de los jugadores de más talento de Europa. Así, en el condicionado duelo entre Spanoulis y Juan Carlos Navarro el español debió superar su fascitis plantar mientras el griego comandó el triunfo de los del puerto de Atenas.
El choque se inició con una competición por elegir el camino que seguiría el duelo durante la tarde turca. Dusan Ivkovic ordenó a los suyos cimientos sólidos a la hora de resguardarse y velocidad a la hora de encontrarse a los azulgrana. Así los helenos lideraron un comienzo soñado con una racha positiva para su confianza al tiempo que negativa para los españoles (8-0 a falta de 6'14'' para acabar el primer período). Por su parte, Xavi Pascual insistió en su juego interior para mantener el pulso. Lo cierto es que tampoco dispuso de otra oportunidad ante la escasa capacidad para generar anotación desde fuera de sus jugadores (solo anotaron 3 triples de 19 intentos en todo el encuentro).
Con semejantes mimbres la confianza de los griegos aumentó en el duelo de viejos conocidos mientras los de Pascual probaron varias estrategias. Las soluciones del Barcelona para aguantar los envites de los rojiblancos se centraron la superioridad al rebote y las labores de Víctor Sada para intentar frenar a Spanoulis a la espera de la resurrección de Navarro. Pero el escolta de Sant Feliu sufrió para superar la buena defensa de sus rivales. A pesar de su fascitis plantar como rémora se intuyeron algunas esperanzas con el triple que colocó al Barça por primera y única vez por delante en el marcador (26-27), pero fue un espejismo porque sus compañeros no acertaron a arroparle en los momentos clave. Tampoco ayudaron a los españoles algunas ausencias destacadas como la de Erazem Lorbek, pilar ofensivo en la competición que solo sumó 9 puntos en la final. Demasiada pérdida para un equipo que se agarró a sus hombres interiores para sobrevivir pero que nunca discutió la superioridad de los griegos.
Remontada sin fin
El conjunto catalán intentó ver una luz al otro lado del río en su larga travesía pero cada vez que se acercó a la orilla salieron a su encuentro diferentes rivales que empujaron su embarcación de nuevo al agua. De todos ellos sobresalió Spanoulis, timón y alma del Olympiacos con 21 puntos. Le secundó bien Printezis con 14 tantos y en los últimos minutos Dorcey, fichaje de los griegos a mitad de temporada que justificó su contratación con rebotes fundamentales en el último período. Las capturas del de Baltimore acabaron con la baza azulgrana que había nivelado el duelo hasta el momento. En los últimos minutos Navarro superó sus problemas físicos y asumió un papel más acaparador hasta añadir 18 puntos en su casillero pero resultó claramente insuficiente. Curiosamente fue otro jugador con problemas, Boniface N'Dong, el único que alcanzó los diez puntos. Mucho remar y remar, pero sin llegar siquiera a tocar el borde. Olympiacos repetirá final y el Barça tendrá que esperar otro año más para aspirar al máximo título europeo.