La auditoría de Bankia avisa de otro agujero de 2.500 millones

Los sustos no terminan para Bankia. Primero fue la sobrevaloración de los activos inmobiliarios detectados por la auditoría Deloitte valorados en 3.500 millones de euros. Este dato fue la puntilla para forzar al Gobierno a actuar y nacionalizar la cuarta entidad financiera del país y frenar su desplome bursátil. Ahora Bankia deberá afrontar un nuevo agujero de 2.500 millones detectado por la misma auditora en el BFA, la empresa matriz de Bankia.

Según el diaro El País el problema radica en que BFA ha previsto unas deducciones fiscales que la auditora considera poco realistas. En concreto, la matriz de Bankia espera ahorrarse 2.465 millones en impuestos por una obtención de benficios que Deloitte considera poco probable debido la delicada situación de la entidad. De cumplirse las advertencias de la auditora, Bankia debería hacer frente a un imprevsito de 6.000 millones de euros que no facilita la recuperación.

El Estado se convirtió en el principal accionista de Bankia tras convertir los 4.465 millones prestados por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en acciones.