Sarkozy asegura no dejar agujeros a Hollande

El presidente en funciones de Francia, Nicolas Sarkozy, presidió ayer el último consejo de ministros de su Gobierno, que hoy le presenta la dimisión para gestionar los asuntos corrientes hasta el nombramiento, la próxima semana, del nuevo gabinete por el presidente electo, François Hollande. La portavoz del equipo conservador garantizó que su sucesor socialista no se va a encontrar agujeros presupuestarios en la auditoría que ha anunciado de las cuentas públicas.

La ministra del Presupuesto y portavoz del Gobierno, Valérie Pécresse, aseguró que «los riesgos identificados en los gastos son limitados, del orden de 1.000 millones». Insistió en que esa cifra es menor que la registrada en los tres ejercicios precedentes en la misma época, cuando se habían constatado desvíos de 3.500 millones de euros en 2009, de 2.900 millones en 2010 y de 1.100 millones en 2011. Afirmó además que «está perfectamente cubierta con las dotaciones puestas en reserva a comienzos de año».

A la salida de un consejo bañado en nostalgia y tristeza, los 32 ministros y secretarios de Estado comentaron en el patio del Elíseo que Sarkozy, de quien se despidieron con una ovación puestos en pie, había deseado buena suerte al que será primer Gobierno de izquierdas desde hace diez años. «Nos ha pedido que nos ocupemos de nuestras familias pues las hemos faltado mucho», dijo Pécresse. Sarkozy ha efectuado 367 desplazamientos por Francia y 167 viajes al extranjero durante sus cinco años de mandato.

François Fillon, primer ministro durante todo el quinquenio, explicó que había realizado en la reunión el balance de la gestión gubernamental. «He recordado que habíamos cumplido el compromiso de poner Francia en marcha con un número de reformas que ningún otro gobierno ha emprendido, en un clima de crisis europea y mundial», sentenció. En el capítulo internacional, se refirió a Libia, Costa de Marfil, Afganistán e Irán «para ilustrar estos años tan ricos en acontecimientos».

La ministra saliente de Cohesión Social, Roselyne Bachelot, indicó que Sarkozy les había invitado a no ceder a la amargura. «No estéis tristes porque cuando una democracia funciona bien no hay ninguna razón de estar triste», fueron las palabras presidenciales según Bachelot, quien invitó a los cocineros de su ministerio a almorzar en un restaurante pues «les tocaba ser servidos». Algunas informaciones indican que Sarkozy ya ha pedido el alta en el Colegio de Abogados de París para dedicarse al ejercicio de esa profesión a partir de la semana próxima