Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Tribuna

Puñaladas entre vecinos

ANTONIO M. DE LA VEGA
Actualizado:

Andan las aguas revueltas en el movimiento vecinal gaditano. Las asociaciones no dan a basto atendiendo las necesidades de sus vecinos justo en el momento en el que cuentan con menos medios. La situación, siendo dolorosa, no deja de ser lógica. Por un lado los socios, cada vez con menor poder adquisitivo, dejan de pagar sus cuotas, que, por otro lado, tampoco han sido nunca la principal fuente de financiación de estos colectivos. Por otro, el Ayuntamiento ha dejado de pagar sus subvenciones anuales. Solo ha pagado un tercio de las correspondientes a 2010 y no ha convocado las de 2011 y 2012. Hay necesidades más acuciantes. Los Servicios Sociales municipales requieren de los pocos fondos que hay en las arcas del Ayuntamiento. Quizá sea el momento de hacer piña y lavar los trapos sucios en casa, pero no, las asociaciones se han levantado en armas. Se muestran comprensivos con la situación de la economía local, pero sin embargo, justo ahora, después de meses de penurias se lanzan al ruedo mediático para denunciar su abandono. Dicen que lo hacen cuando han pasado los distintos periodos electorales porque no quieren ser acusados de partidistas, pero lo cierto es que hay algunos a quienes les delata su apellido y las siglas que llevan años defendiendo. Nuestra sociedad está impregnada de política, es inevitable. Y también de sus trifulcas, sus artimañas, su juego sucio. La crispación no es solo patente en los plenos o en las sesiones del Congreso, traspasa las instituciones, contagia a los ciudadanos. Si no consigo lo que quiero o creo que me pertenece, tampoco voy a consentir que se lo den a otro. Así lo han debido pensar algunos dirigentes vecinales que están dispuestos a hacer muchas renuncias en aras de que sus asociaciones sobrevivan, pero que sin embargo están dispuestos a desmontarle el chiringuito a algunos que, también es cierto, llevan años comiendo de la sopa boba. Es que mientras que a mí no me dan ni agua, a la señora del pelo rojo le están dando la vida, se quejan. Puede ser que lleven razón, pero quizá ellos también tuvieron más oxígeno que otros en otros periodos. Con razón o con rencor, pero el movimiento vecinal gaditano es un polvorín. Como siempre, el que más resista vencerá.