El viernes habrá normas para sanear el ladrillo

El Consejo de Ministros del próximo viernes tiene previsto aprobar las normas que permitirán a los bancos sacar fuera de sus balances los activos inmobiliarios problemáticos, e integrarlos en unas sociedades que tendrán como principal objetivo su venta o liquidación. Queda por ver quien paga la factura si la puesta a valor de mercado de las viviendas, promociones a medio construir o suelo en poder de los bancos, así como los préstamos hipotecarios dudosos, les ocasiona nuevos quebrantos.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no descartó que, en este caso «como en otras situaciones límite», además de «perder dinero los promotores o los bancos» se tengan que aportar recursos públicos. «No está decidido», manifestó en declaraciones a Onda Cero, pero añadió que «si fuera necesario para salvar al sistema financiero» no renunciaría a ello, y evocó las actuaciones de otros gobiernos europeos.

Este nuevo paso de la reforma bancaria, concluyó Rajoy, debe permitir que, en poco tiempo, «las entidades queden perfectamente capitalizadas, para que no haya ninguna duda sobre la situación del sector y los bancos puedan financierse fuera de España».

Desde la oposición, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, advirtió de que su partido vigilará para que el saneamiento financiero de Bankia y del resto de entidades con activos tóxicos del ladrillo no cueste «ni un euro» a los españoles.

En opinión del dirigente socialista, los españoles no entenderían que se diera tal destino a los recursos públicos «cuando no hay dinero para hospitales o para escuelas y los pensionistas van a tener que abonar parte de sus medicinas».