Bruselas reclama un plan de reestructuración para Bankia
El comisario europeo Joaquín Almunia, afirma que la entidad deberá demostrar la viabilidad del modelo de negocio si recibe ayudas del Gobierno
MADRIDActualizado:La Comisión Europea ha recordado que Bankia tendrá que presentar un plan de reestructuración si recibe ayudas del Gobierno español para su saneamiento para demostrar la viabilidad del modelo de negocio y el reparto adecuado de las cargas y los esfuerzos y eliminar posibles distorsiones de competencia. "Si, como parece (...) Bankia va a recibir ayudas públicas" de cualquier forma y tipo, se requerirá "la presentación de un plan de reestructuración para poder aprobar la ayuda como compatible", ha afirmado el vicepresidente y comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, en una rueda de prensa sobre ayudas estatales.
Estos planes deben entregarse con las condiciones conocidas, es decir "demostrar la viabilidad del modelo de negocio, el reparto adecuado de las cargas y los esfuerzos y la eliminación de las posibles distorsiones de competencia", ha explicado. Almunia aún no ha recibido del Gobierno español ninguna notificación de una posible inyección de capital público en Bankia, pero ambas partes quieren trabajar de cerca en esta nueva fase de la reestructuración del sistema bancario español y tomar decisiones en los plazos más cortos posibles, indicó.
"En su día cuando Bankia recibió fondos del FROB hubo una notificación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), pero sobre las nuevas decisiones y medidas, debido a que todavía no se conocen, es difícil que me las hayan notificado", ha señalado el comisario español. No obstante, recientemente el ministro de Economía, Luis de Guindos, le ha transmitido personalmente "la voluntad del Gobierno español de trabajar de manera más intensa y estrecha posible con los servicios de la Comisión responsables del control de ayudas de estado", según Almunia.
El objetivo de esta colaboración es que "todo lo que tengamos que analizar, decidir en relación con la nueva fase de reestructuración del sistema bancario español se realice en las mejores condiciones posibles y se puedan tomar decisiones definitivas por parte de CE en los plazos más cortos posibles", ha explicado.
Apoyo del Gobierno
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha respondido en el pleno del Senado a la exigencia del PSOE de que no se destine dinero público a fondo perdido a sanear el sistema financiero y en concreto a Bankia: "No sé qué dicen de dinero público porque hasta ahora el único dinero público que se ha dado es el del Gobierno del PSOE", le ha espetado al portavoz socialista, Marcelino Iglesias.
Por otra parte, desde el Ministerio de Economía y Competitividad se ha desmentido "rotundamente" que Bankia haya sido intervenida, y precisa que se ha producido un cambio en la presidencia de la entidad que ocupaba Rodrigo Rato. El departamento que dirige Luis de Guindos indica en un comunicado oficial que a partir de ahora, el objetivo es ejecutar un plan de saneamiento, reestructuración y mejora del gobierno corporativo de la entidad que garantice su viabilidad futura. El nuevo equipo de gestión deberá presentar sus planes al Banco de España por los cauces normales. "El Gobierno apoyará a la entidad, en todo lo que sea necesario, para la consecución de estos objetivos", sostiene.
Por su parte, Rodrigo Rato ha declarado al adiario ABC que «el Gobierno ha decidido que lo mejor es que yo no siga en Bankia», justificando el anuncio que hizo ayer de que abandonaba la entidad. El comunicado supuso una sorpresa mayúscula en la recta final de la reconversión bancaria. Rato,presentaba ayer su dimisión y propuso a un veterano del sector, el exconsejero delegado del BBVA José Ignacio Goirigolzarri, para ocupar su puesto. La salida de Rato allana el camino a una nueva inyección de ayudas de entre 7.000 y 10.000 millones de recursos públicos.
Se habían juntado varios factores difíciles de superar. A la presión de los mercados, y las dificultades de la entidad para digerir el 'ladrillo' con problemas -sus préstamos morosos, promociones inacabadas y viviendas adjudicadas adcanzan el importe más alto de todas las entidades españolas- se unieron las sugerencias del Fondo Monetario Internacional para poner remedio a los problemas de una institución de gran tamaño a la que todos identificaron como Bankia. También el Banco Central Europeo apremiaba a concluir el saneamiento bancario.
Rato no aportó explicaciones de su decisión. En el comunicado en el que daba cuenta de su salida se limitó a comentar que había decidido «pasar el testigo a un nuevo gestor por estimar que es lo más conveniente para esta entidad». Horas más tarde, tras pronunciar una conferencia en Esade, elogiaba «el gran prestigio profesional y personal» de José Ignacio Goirigolzarri, y le consideraba «la persona más adecuada» para dirigir la institución. También lanzaba un mensaje tranquilizador a los más de 10 millones de clientes y más de 400.000 accionistas de Bankia, evocando la «gran solvencia» de la entidad.
Según Rato, su mandato ha coincidido con «una de las coyunturas más críticas que jamás haya sacudido el sistema financiero español». Pese a ello y a «las adversas condiciones del mercado», se apuntó los méritos de la salida a Bolsa, el arranque el plan estratégico y la obtención de 309 millones de resultados en 2011, tras adelantar 1.200 millones de provisiones. También recordó que Bankia ha cerrado 800 sucursales y realizado un ajuste de plantilla equivalente al 25% del sector.
Fuerte saneamiento
En su despedida, el ya expresidente de Bankia omitió sin embargo cualquier referencia a los problemas de la entidad para cumplir con los últimos requerimientos del Gobierno, que impone elevar las provisiones por los activos problemáticos del ladrillo, que en este caso ascienden a 31.800 millones de euros. Para solventarlos, el ministerio de Economía ha confirmado que se prepara al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para inyectar en el Banco Financiero y de Negocios, que es la matriz de BFA, dinero público a través de bonos convertibles en acciones, lo que en el lenguaje financiero se conoce como 'cocos'.
Los 'cocos' son préstamos que no otorgan derechos políticos, y el banco tiene que retribuirlos con un tipo interés de mercado, en la actualidad cercano al 8%. Su principal característica es que se transforman obligatoriamente en acciones en momentos en que la entidad reduce su capital básico por debajo de determinados límites. Si Bankia no pudiera mantener los niveles exigidos, el Estado vería convertido su préstamo en una participación en el banco. Con las cifras que se barajan, esa posibilidad supondría su práctica nacionalización.
Los sindicatos creen que los planes sobre Bankia no son una improvisación. El secretario general de CC OO, Ignacio Fernandez Toxo, sugirió que la dimisión de Rodrigo Rato podría ser consecuencia de un pacto con el Gobierno, aunque afirmó desconocer los motivos últimos de la salida del cargo del exdirector gerente del FMI. El responsable de UGT, Cándido Méndez, censuró que se estén tomando decisiones «a toda velocidad» y sin darse explicaciones a la sociedad, por lo que demandó una comparecencia del presidente del Ejecutivo en el Parlamento para dar cuenta de estas y otras decisiones.