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Economia

Una carrera de obstáculos insuperable

Cada año, la entidad tiene que pagar, en concepto de intereses por el préstamo del FROB, 337,5 millones de euros Desde su estreno en el Ibex 35 el mes de julio la cotización de Bankia ha caído en picado

M. J. ALEGRE
MADRID.Actualizado:

Rodrigo Rato ha tirado la toalla en Bankia tras «afrontar una de las coyunturas más críticas que jamás haya sacudido al sistema financiero español». La carrera de obstáculos emprendida en enero de 2010, hace dos años y tres meses, le ha resultado insuperable. Estas fueron sus principales etapas.

integración

BFA-Bankia nació de la integración de siete cajas de ahorro -Caja Madrid, Bancaja, Caja de Canarias, Caja Ávila, Caja Segovia, Caixa Laietana y Caja Rioja- con unas ayudas públicas de la primera fase del Frob de 4.465 millones de euros. Dos de las entidades, Caja Madrid y Bancaja, estaban severamente tocadas por la crisis. La primera, por la incidencia de la recesión en las capas de población de menores recursos, tradicionales receptoras de sus créditos, y la segunda, porque el estallido de la burbuja inmobiliaria le alcanzó de lleno. Pero en la primera fase de la reestructuración bancaria las fusiones se consideraron la panacea, y los auxilios, suficientes.

Salida a Bolsa

El Banco de España permitió inicialmente que las entidades cotizadas se limitaran al 8% de capital básico -frente al 10% demandado al resto- y Bankia se volcó en la salida a Bolsa el 20 de julio de 2011, en plena «tormenta perfecta» de los mercados. Arrancó con una cotización de 3,75 euros por acción, y lo hizo anticipándose al dramático mes de agosto del pasado año. Si hubiera dejado pasar el verano el proyecto se hubiera frustrado por completo, reconocen los analistas. Desde entonces, la cotización de Bankia, que alcanzó un techo de 3,9 euros el de agosto, y una subida récord del 9,5% el 30 de noviembre, se ha desplomado.

Más fusiones

Las nuevas fusiones podían realizar saneamientos contra reservas, y extender los plazos en los requerimientos de capital y provisiones a dos años. Bankia se resistió a cualquier iniciativa en la que otra entidad desempeñara el liderazgo. Desde el Gobierno se impulsó la integración con CaixaBank -que la entidad catalana vio con buenos ojos-, pero Rato encontró el apoyo de la Comunidad de Madrid para apuntalar su rechazo. Los dirigentes de Bankia dedicaron todos sus esfuerzos a explorar las posibilidades de sanear cuentas por distintos procedimientos.

Preferentes

Entre los sistemas de reforzar capital, el pasado marzo la entidad llevó a cabo un canje de preferentes, operación destinada además a dar solución a quienes compraron este tipo de títulos, que no tienen liquidez. Como otras entidades, las integrantes de Bankia habían colocado a través de su red de sucursales un producto nada adecuado para los compradores minoristas, y tuvieron que buscar una salida airosa para unos «bonistas» que son en la mayoría de los casos sus propios clientes.

Reforzar capital

Bankia aprovechó para sumar la conversión de preferentes a las medidas que le iban a permitir cumplir los requerimientos de capital, junto a la generación interna de resultados, la nueva evaluación de los activos ponderados por riesgo y la venta de activos no estratégicos. En 2011, Bankia presentó un resultado de 309 millones de euros, un 13% menos, tras destinar a saneamientos otros 1.139 millones de euros. Cada año tiene que pagar, en concepto de intereses por el préstamo del FROB, 337,5 millones de euros.

Insuficiente

Pero a Bankia le restaba llevar a cabo este año un esfuerzo de 3.913 millones de provisiones más capital, cumpliendo las exigencias del Banco de España y las que le impone la Autoridad Europea en su condición de entidad que puede contagiar al sistema, puesto que sus activos superan los 150.000 millones de euros. Las cuentas no auditadas de 2011 revelaron que la exposición del banco al ladrillo ascendía 37.500 millones, frente a 308.000 millones del total del sistema. Su cuota de activos problemáticos suma un total de 31.798 millones, el 17,2% del total. Se trata de las viviendas y el suelo adjudicados, lpromociones en curso y préstamos dudosos o concedidos para operaciones cuyos titulares tienen alta probabilidad de incurrir en impago en el futuro.