PRIMERA COMUNIÓN
Actualizado:Mayo es el mes de las comuniones, pero en Cádiz, la verdadera comunión no se produce entre el ser humano y esa cosita tan insípida que es una hostia. Por mucho que se empeñen en decir que dentro va el Cuerpo de Cristo. a mí no me sabe a nada. A mi me gusta más otra comunión mucho más interesante que nada más que se da en Cádiz y en mayo y es la comunión con el atún que se aparece por las almadrabas y en ese sí que se ve el cuerpo y bien gordito.
En estos tiempos de comuniones tiesas en el que para ahorrarse dos pesetas en el convite hasta los invitados se traen los picos de sus casas para acompañar la mortadela, el atún se aparece aún más celestial. Me han contado que en una celebración decidieron poner jamón del bueno, pero en vez de ponerlo a lonchas, el padre del niño comunionado se ponía en la puerta de la iglesia con el hueso del jamón y los invitados pasaban dándole un besito. Es el besapié más bonito que se recuerda en Cádiz y hubo cachetás al final por llevarse el pañuelo con el que se iba limpiando la pata después de cada ósculo.
Por eso, la primera levantá que se ha producido esta semana, mucho mejor que la de la cuadrilla de Ramón Velásquez, me ha producido una gran alegría y ya estoy pensando en la «revirá» que le voy a dar a la ventresca, meciéndola en la barbacoa un poquito a la derecha y un poquito a la izquierda.
En Cádiz tenemos que decidir ya sustituir eso del mes de las comuniones, por el mes de los atunes. No alimentarán el alma. pero el estómago, sí que lo alimentan. Parece que poco a poco vamos descubriendo la importancia de este regalo de Dios que empieza a aparecerse por Conil y que termina allá por Tarifa. El mes de mayo, y hasta el mes de junio, está lleno de jornadas y rutas gastronómicas que van a permitir probar este pescado de más de mil maneras diferentes.
Están los grandes templos del atún como El Campero de Barbate, el restaurante del hotel Antonio de Zahara o El Roqueo de Conil pero también esas pequeñas capillas donde disfrutar de él de otra manera como la taberna de Abelardo, también en Barbate, o el Bar Brillante de El Puerto de Santa María. No pierdan la oportunidad de ir a alguno de estos sitios a «confesar» su amor por los túnidos.
Ayer, ya hice mi primera comunión del año y me comí un buen atunazo de ijada, vuelta y vuelta con guarnición de papas fritas, nada de pamplinas, papas fritas. Me hizo tanta ilusión mi primera comunión que le quiero pedir al cura de mi parroquia que me deje hacerla vestido de almadrabero, con su buen chubasquero y todo. Palabra de Atún, te a-doramos, Señor. con un poquito de sal gorda de las salinas.