Europa encara la hora del crecimiento
El triunfo del líder socialista fuerza una revisión de la férrea receta anticrisis de la UE, que ya prepara una cumbre extraordinaria
BRUSELAS.Actualizado:La UE ya tiene claro el camino que deberá tomar. Tras dos meses de dudas e incertidumbre por la campaña francesa, el triunfo de François Hollande apuntala las incipientes tesis que apuestan por espolear el crecimiento. El desembarco del líder socialista en el directorio franco-alemán, el motor histórico de la construcción europea, supondrá una revisión de la receta anticrisis, basada esencialmente en duros recortes que transmitan confianza a los mercados. La gran incógnita es si el presidente electo presionará para lograr un cambio de rumbo radical, lo que podría traducirse en una relajación de los límites de déficit, u optará por una estrategia más moderada tejida con la complicidad alemana.
A los ojos de Bruselas, Hollande y Sarkozy encarnaban dos modelos casi opuestos para dejar atrás la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial. Pese a que en el último año había puesto sobre la mesa medidas muy ambiciosas, el líder conservador será recordado por su tándem con Angela Merkel. Ambos diseñaron la estrategia de la austeridad no solo para devolver la estabilidad a los mercados, sino para que socios como España, Italia o Grecia recobraran la competitividad perdida mediante exigentes reformas. Hollande, en cambio, personifica el crecimiento, el nuevo mantra que empieza a abrirse paso en la UE desde que se impuso en la primera vuelta de las elecciones.
El giro de Hollande se apoya en la necesidad de renegociar el pacto fiscal. Este tratado, suscrito por toda la UE salvo Reino Unido y República Checa, consagra la austeridad en las constituciones. Ideado como clave de bóveda del nuevo gobierno económico europeo, el texto obliga a garantizar el equilibrio presupuestario y exige a los países el desarrollo de mecanismos de autocontrol para asegurar su cumplimiento. El presidente electo francés ha insistido en que no ratificará el documento salvo que se haga un esfuerzo similar para impulsar el crecimiento.
Los planteamientos se concretarán en las próximas semanas, pero Hollande ya ha adelantado las medidas que quiere discutir con sus socios para reactivar la economía. De entrada, apuesta por aumentar la implicación del Banco Europeo de Inversiones. Las inyecciones del organismo se completarían con una especie de eurobonos para incrementar las partidas destinadas a infraestructuras y empleo. Además, reclama la aprobación de la tasa a las transacciones financieras.
En su mayoría, este conjunto de iniciativas ya se estaban barajando en Bruselas, pero Hollande podría darles el impulso definitivo. Al parecer, Merkel no se opone frontalmente y los expertos creen que entran en el terreno de lo razonable. La duda estriba en si el nuevo líder francés intentará ir más allá. Es decir, si apostará por flexibilizar los límites de déficit, una medida que se considera indispensable para alentar realmente el crecimiento. La Comisión ha dado síntomas estos días de que estaría abierta a estudiarlo, pero para Alemania se trata de una de sus grandes líneas rojas.
Hollande tendrá la oportunidad de explicarse ante sus socios muy pronto. El presidente de la UE, Herman Van Rompuy, ha anunciado que sopesa convocar una cumbre extraordinaria dedicada al crecimiento a finales de este mes. En ella, se analizarían las nuevas propuestas del líder francés, que en buena medida ya ha hecho suyas el propio mandatario europeo.