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ESPAÑA

López pide colaboración al PNV para el fin de ETA y la lucha contra la crisis

El lehendakari emplaza a los nacionalistas a que abandonen su «catastrofismo» en la economía y se ofrece a sellar pactos en Euskadi

J. M. REVIRIEGO
BILBAO.Actualizado:

El lehendakari tendió ayer la mano al PNV para hacer frente a la crisis económica, pero sin generar grandes expectativas de éxito en el empeño. Patxi López reclamó «colaboración» al partido que lidera Iñigo Urkullu, al que acusó de estar instalado «en la demagogia y el catastrofismo» durante toda la legislatura por sus críticas a la gestión del Ejecutivo del PSE. El jefe del Gobierno vasco se dirigió directamente a Urkullu para emplazarle a «no esconderse en palabrería hueca» si quiere llegar a pactos que sean «buenos para Euskadi». López renovó su disposición a encontrarse con los 'jeltzales' siempre que estos abandonen lo que denominó «las zancadillas, las vaguedades y los debates demagógicos». Viendo esos antecedentes, lanzó su invitación con escasa confianza de que prospere. «Les llevamos esperando tres años», se lamentó.

Patxi López realizó estas declaraciones en la inauguración de la nueva sede de la agrupación del PSE-EE 'Luis Arbella' de la zona de Altza en San Sebastián, en un acto en el que estuvo acompañado de su jefe de filas en Guipúzcoa, Iñaki Arriola. El secretario general del partido explicó que esa casa del pueblo representa «el nuevo tiempo» sin ETA que vive el País Vasco después de una era de «sufrimiento» en la que «no era fácil ser socialista» y había que «preservar la libertad en una especie de trincheras de las amenazas de los totalitarios».

Sin embargo, López volcó ayer su discurso en las estrategias para remontar la crisis económica y situó al PNV como el objetivo de sus dardos. El lehendakari aprovechó el llamamiento a la cooperación para censurar la actitud mantenida por ese partido con el Gobierno socialista, apoyado por el PP, durante todo la legislatura.

La última maniobra de los 'jeltzales' para intentar llevar el timón de Euskadi desde la oposición se produjo el viernes pasado en Sabin Etxea, donde Urkullu presentó un programa propio para mejorar la economía ante la «gravedad de la situación actual». «Euskadi necesita un cambio de rumbo en política económica», advirtió. En su discurso, sostuvo que «el Estado español está intervenido 'de facto'», en línea con el diagnóstico realizado semanas antes sobre la situación de la tesorería vasca, a su juicio, en situación de «quiebra técnica».

Precisamente, el lehendakari recuperó esos pronósticos «catastrofistas» para censurar el papel que ha decidido adoptar el PNV en un momento tan delicado. López denunció la política de «descalificación» de la formación nacionalista «sin importarle si quiera dañar la imagen de solvencia de Euskadi». El jefe del Gobierno vasco se quejó de la falta de cooperación de los jeltzales por negarse «permanentemente» a afrontar el debate fiscal en las diputaciones -el partido de Urkullu gobierna la de Vizcaya-.

Por su parte, el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, aseguró ayer en El Diario Vasco que la intención de su partido es que «la normalidad discurra hasta el final de la legislatura» y que no se plantean romper el pacto con el PSE-EE «a no ser que lo pongan de manera imposible».