Economia

Prodi propone un «eje» entre España, Italia y Francia en la UE

El expresidente de la Comisión Europea quiere relanzar el crecimiento y «ayudar» a Alemania para que «no lo haga todo sola»

ROMA. Actualizado: Guardar
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El expresidente de la Comisión Europea y exjefe del Gobierno italiano, Romano Prodi, quiere que España, Italia y Francia conformen un bloque que plantee a la canciller alemana, Angela Merkel, un programa de reactivación económica que sea capaz de relanzar a Europa. Un triunvirato, explicó el exmandatario de la UE, que no tiene por qué suponer una oposición para Alemania sino que «ayude» a la canciller del país germano para «que no lo haga todo sola».

Prodi planteó esa propuesta en una entrevista al diario Il Sole 24 Ore el día de la segunda vuelta de las elecciones francesas. «El cambio en Francia y en Europa es indispensable», resaltó el político italiano, para quien el país galo debe «recuperar su papel de cemento comunitario con Italia y España». «Un eje a tres que no se oponga a Alemania, pero que proponga a la misma Alemania y a Europa un proyecto de relanzamiento creíble».

El exmandatario italiano, de 72 años, se mostró muy crítico con la actual estrategia económica bajo auspicio alemán. «Si continuamos con esta política basada solo en la austeridad, acabaremos mal, Europa corre el riesgo de tener problemas gravísimos», recalcó el político democristiano que dirigió la Comisión Europea entre 1999 y 2004. Considera que los planes basados solo en el ajuste constituyen «remedios a corto plazo» que «cuidan al enfermo, pero sin curarlo».

Prodi lamentó el peso del tándem Merkel-Sarkozy en el diseño de las políticas comunitarias. Y manifestó que «no es posible que el capitalismo financiero especule sobre la economía real, sobre el destino de las empresas, sobre el futuro de millones de personas». «El problema es que hoy los países por sí solos están demasiado expuestos a los mercados, no disponen de la fuerza para oponerse». «O eres un pez grande, como Estados Unidos o China, o te comen», sentenció. Y tachó de «inaceptable» que valgan más las finanzas que las naciones.