'Calatrava te la clava'

Esquerra Unida ha creado una página web en la que denuncia lo que la formación califica como "proyectos ruinosos y facturas sin IVA" del arquitecto valenciano Santiago Calatrava, entre los que incluye la Ciudad de las Artes y las Ciencias. El objetivo de la iniciativa es, según explica EU en su Twitter, "denunciar políticamente los proyectos faraónicos y la barra libre". Con la etiqueta #calatravatelaclava el tema arrasa en Twitter, donde se habla del trato de favor que el arquitecto recibió del Gobierno del PP en la Comunidad Valenciana y de cómo cobró millones de euros por proyectos que no han pasado del papel, entre otros asuntos, con el título: ‘Santiago Calatrava: Proyectos Ruinosos y Facturas sin IVA'.

En la web, www.calatravatelaclava.com, se define a Calatrava como “arquitecto estrella nacido en Valencia pero con residencia en Suiza” y se asegura que “ha cobrado aproximadamente cien millones de euros de la Generalitat Valenciana sin facturar IVA ni pagar impuestos en España”. Y recuerda que “su obra más emblemática es la Ciudad de las Artes y las Ciencias, que ha costado más de 1.100 millones de euros y sigue todavía inacabada y con distintos problemas de funcionamiento”. También se alude al Centro de Convenciones de Castellón, por el cual -siempre según EUPV- se pagaron "2,7 millones de euros al arquitecto, que facturó desde su despacho en Suiza para evitar pagar impuestos en España, a través de la Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana". El último apartado se titula 'Otra pifias', donde se recuerda, por ejemplo, la polémica en Bilbao por el puente de Zubizuri.

La puesta en marcha de la web se produce después de que la semana pasada el diputado de EUPV en las Corts Ignacio Blanco diera a conocer que la Generalitat ha pagado a Santiago Calatrava más de 94 millones de euros en concepto de honorarios por el proyecto de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Al respecto, este fin de semana el propio Calatrava emitía un comunicado, a través de su abogado, en el que defendía que los honorarios percibidos por la ejecución de la Ciudad de las Artes y las Ciencias han sido "siempre, desde el primer contrato, ajustados a la calidad del trabajo desarrollado" y al volumen de la obra, que ha sido "siempre auditada" por los órganos de control competentes.