Medio siglo en la red de la araña
Spiderman, el chico normal que se convierte en héroe, cumple 50 años sin caerse del podio de los comics
BARCELONA.Actualizado:Hace cincuenta años, Peter Parker sufrió la picadura de una araña y ya nunca más volvió a ser el mismo. Aquel joven tímido, acomplejado y víctima de las bromas de los 'malotes' de la clase se convirtió en el hombre araña y a partir de ahí inició una saga que, a través del cómic, el cine, la televisión y los videojuegos, ha catapultado a Spiderman a la altura de los otros grandes superhéroes: Superman y Batman (que cada uno ponga el orden según sus gustos). Creado por Stan Lee y dibujado por Steve Ditko para la Marvel en el número 15 de la revista 'Amazing Fantasy', desde el primer día, un 15 de agosto de 1962, fue todo un bombazo, un antes y un después para los cómics.
C.B. Cebulski, cazatalentos de la Marvel y vicepresidente de la división de contenidos, cree que buena parte de su éxito reside en el lado humano del personaje. «Lo más importante en esta saga es quien está detrás de la máscara», apunta Cebulski, que esta semana ha participado en el salón del cómic de Barcelona. «Las tramas en las que aparece Peter Parker son más decisivas que las de Spiderman, lo más relevante no es el superhéroe, sino su alter ego», apunta.
Según el directivo de la Marvel, la publicación de Spiderman hace 50 años supuso un «soplo de aire fresco» en el sector de los superhéroes, porque por primera vez el personaje protagonista era un joven adolescente estudiante de instituto. «Spiderman es un personaje con el que es muy fácil identificarse. Puede ser poderoso, pero a la hora de la verdad, se quita la máscara y tiene problemas cotidianos: se burlan de él en el instituto, tiene problemas con el alquiler... Es como un chico normal, como cualquiera de sus lectores», afirma. «En la empresa», añade, «nos gusta decir que el universo Marvel es el mundo real, a diferencia de la competencia, DC, donde los personajes son divinos y actúan en mundos imaginarios como Metrópolis o Gotham. En Marvel, las ciudades son reales: Spiderman vive y sufre en Nueva York», remata.
«Leer a Spiderman no es leer a un señor que va en pijama. Es una radiografía social y económica de EE UU, de ahí su éxito», apunta Alejandro Martínez Viturtia, responsable de Panini Comics, también presente en el salón de Barcelona. «Spiderman nunca ha sido un cómic más», señala. Y lo explica en el hecho de que las tramas cuentan algo más que aventuras. Por ejemplo, Martínez recuerda los capítulos en los que los amigos de Parker tenían que ir a la Guerra del Vietnam, cuando se enganchaban a las drogas o cuando acudían a manifestaciones. Antoni Giralt, historiador del cómic, que prefiere a Daredevil antes que a Spiderman, considera que parte del logro de la saga del hombre-araña se explica en el hecho de que hay numerosos detalles que «acercan» a Spiderman a la gente normal.
Y además, el otro rasgo que según él hace diferente al señor del pijama rojo que se ayuda de las telas de araña para saltar de rascacielos en rascacielos es el humor. «Falta en otros superhéroes», dice. «Spiderman es un cachondo, tiene capacidad de hacer chistes cuando se enfrenta a un villano», apunta. Según Giralt, autor 'Del tebeo al manga: una historia de los comics', el «humor ayuda al lector a relajarse, a acercarse más al personaje y a quererlo más». Además, destaca, como Martínez, que el protagonista crece, se casa, enviuda y vuelve a casarse.
Sin embargo, hace cuatro años, esta dinámica se truncó y la Marvel optó por resetear al personaje y devolverle a la adolescencia, una decisión que causó una gran conmoción entre los fans. «Entiendo que hay gente que no le gusta, pero creo que hicimos lo correcto, estamos contentos con el resultado de la saga», remata Cebulski. De momento, las cifras le avalan. La franquicia ultima el estreno en el mes de julio de la cuarta película de la saga, 'The amazing Spider-Man'.