Los trabajadores de la Villa se oponen al traslado si no hay fecha de inicio de la obra
Consideran que han sido engañados y que Turismo Andaluz «tenía claro que no iba a poner en marcha el proyecto cuando nos ofrecieron el ERTE»
GRAZALEMA.Actualizado:Demasiadas promesas incumplidas como para que se abracen con ganas a la primera salida que se les ofrece. Los 25 trabajadores de la Villa Turística de Grazalema no están dispuestos a aceptar el traslado que la empresa pública Turismo Andaluz les ha hecho para evitar irse al paro y hoy se lo harán ver así a los responsables de la misma en el primero de los encuentros que tienen previsto, para negociar los desplazamientos.
Los empleados, actualmente afectados por un Expediente de Regulación de Empleo Temporal, exigen a Turismo Andaluz que «se dejen ya de mentiras y promesas y pongan una fecha real de inicio de las obras», destaca su portavoz Antonio Domínguez. Y es que no están dispuestos a aceptar trasladarse a Granada, Almería o Córdoba «sin que se sepa si aquí finalmente se pondrá una sola puntilla nueva y por tanto se tenga más o menos claro cuándo terminará la renovación de la Villa Turística y cuándo podremos volver a casa».
Domínguez considera que el tema del traslado no es más que «un paso más de una muerte anunciada y cada vez somos más pesimistas porque no vemos que haya interés en que Grazalema recupere el que ha sido el hotel más emblemático de la Sierra». Los trabajadores recuerdan que esta instalación «siempre ha funcionado» y que incluso en el último año que estuvo abierto, a pesar de la bajada de visitantes porque ya se estaba anunciando la remodelación, se ingresaron más de 500.000 euros.
Engañados
Ellos consideran que la instalación es más que viable pero no terminan de ver una voluntad real de las administraciones de buscar un salida al conflicto. De hecho recuerdan cómo el Ayuntamiento ha propuesto que Tugasa, la empresa pública de Diputación, se vuelva a hacer cargo del hotel y «tanto el PP como el PSOE nos han informado de que Diputación ha rechazado esta propuesta», critica Domínguez. Mientras tanto asegura que «a nosotros, los trabajadores, nos han engañado y nos hemos comido el paro sin que en ningún momento se haya visto intención de comenzar la obra». De hecho, la empresa se acogió al ERTE, hace más de dos años, con la excusa de llevar a cabo una remodelación total de las instalaciones.
En definitiva, hoy sobre la mesa de la reunión los trabajadores volverán a poner su petición de que se inicie la remodelación de inmediato y que se garantice que un plazo razonable de tiempo, Grazalema volverá a contar con uno de los motores de su desarrollo turístico. Para ello exigirán un compromiso, por escrito y mucho más fiable, por parte de la empresa pública ya que, hasta el momento, «nos han demostrado que solo buscaban engañarnos y la intención, desde un principio, era la de cerrar la instalación», lamenta Domínguez.
Con respecto a los desplazamientos, los trabajadores recuerdan los complicado que sería para ellos hacerse cargo de las responsabilidades familiares y tener que ir a trabajar a cientos de kilómetros, algo que «no es una propuesta viable, a menos que tengamos claro que es algo temporal y que pronto podríamos estar de nuevo trabajando en la Villa Turística de Grazalema que es lo que queremos».