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IV Diálogo Estratégico China-EE UU

El caso de Chen enrarece las relaciones entre China y EE UU

Clinton y Hu Jintao intentan dar una imagen de normalidad en los lazos bilaterales mientras el activista continúa hospitalizado

EFE
PEKÍNActualizado:

El caso del disidente Chen Guangcheng ha enrarecido el IV Diálogo Estratégico y Económico China-EE UU, pese a los intentos de la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, y el presidente chino, Hu Jintao, de dar una imagen de normalidad en los lazos bilaterales. Mientras Chen continúa en el hospital pequinés de Chaoyang, tras salir ayer de la Embajada de EE UU, en la que estuvo refugiado seis días, Hu y Clinton intercambiaron palabras de elogio mutuo, apretones de manos y deseos de mayor cooperación bilateral en el Palacio de Diaoyutai, donde se celebran las reuniones.

Pero Clinton, cuya gestión de la crisis diplomática está comenzando a recibir duras críticas por parte de grupos pro derechos humanos y en la prensa de su país, intentó romper una lanza por las libertades fundamentales en China durante el discurso inaugural del foro. "Ninguna nación puede privar a los ciudadanos" de sus aspiraciones "a la dignidad y el imperio de la ley", ha señalado Clinton en su intervención, recordando que la semana pasada el presidente Barack Obama declaró que "una China que proteja a sus propios ciudadanos será una nación más fuerte y próspera".

Fue significativo el hecho de que el presidente Hu no estuviera presente en la sala cuando Clinton hizo estas advertencias, o cuando la ex primera dama pidió al Gobierno chino una mayor implicación en conflictos internacionales. Más tarde, Hu entró en la sala y destacó en su intervención que China y EE UU "deben romper la tradicional creencia de que las grandes potencias tienen que entrar en conflicto".

Pero conflictivo, al menos en el terreno diplomático, fue el día de ayer para los dos países, después de que China rompiera el silencio en torno al caso de Chen Guangcheng, reconociera que el abogado ciego y activista estuvo refugiado en la legación estadounidense, y pidiera a Washington una disculpa oficial. Lejos de disculparse, Clinton aseguraba en un comunicado en la víspera del foro bilateral que "el Gobierno de Estados Unidos y el pueblo americano están comprometidos a seguir implicados con Chen y su familia en los días, semanas y meses venideros".

Decepcionado con EE UU

Es una incógnita el futuro de Chen, quien antes de los sucesos de ayer aseguraba que quería permanecer en China -así se lo dijo a su amigo, el también activista Hu Jia- pero ahora afirmó a diversos medios que quiere salir a EE UU, y que en las negociaciones se sintió coaccionado por Pekín y decepcionado por Washington. El espinoso asunto casi ha llevado a un segundo plano el diálogo estratégico, de dos días de duración, pese a la importancia de las delegaciones: Clinton y el secretario del Tesoro estadounidense Timothy Geithner presiden la parte norteamericana, mientras por parte china encabezan la delegación el viceprimer ministro Wang Qishan y el Consejero de Estado Dai Bingguo.

En su discurso inaugural, Clinton buscó también puntos comunes entre los dos países pese al enfrentamiento diplomático actual, y destacó la importancia de esta reunión que celebran anualmente, señalando que "China y EE UU no pueden resolver todos los problemas del mundo, pero sin su cooperación ninguno podrá solucionarse".

Clinton tuvo palabras para candentes conflictos internacionales como la cuestión nuclear iraní, señalando que "China y EE UU comparten la idea de impedir que Irán tenga armas nucleares", o Siria, destacando que Pekín y Washington están totalmente comprometidos a pedir "la violencia brutal contra civiles". De Corea del Norte, la secretaria de Estado señaló que Washington "reconoce el papel que China está desempeñando para trabajar juntos y decir a Pyongyang que tendrá mayor seguridad si da prioridad a las necesidades de su pueblo, en vez de con futuras provocaciones".