Messi suma tres más
El equipo de Guardiola goleó sin esfuerzo al Málaga con dos tantos de penalti del argentino
BARCELONAActualizado:El día que Guardiola cumplía 150 partidos como entrenador en Primera División y el día que regresaba al Camp Nou después de anunciar que la próxima temporada no se sentará en el banquillo azulgrana, su equipo, con un buen partido y una nueva goleada, y la afición, con una gran ovación, rindieron un sentido homenaje al técnico de Santpedor. Sus jugadores y los culés le agradecieron todo lo que ha hecho por su club, al que le ha dado 13 títulos (tres ligas y dos ‘Champions’) y, sobre todo, le ha dotado de un sello inconfundible, que le ha permitido acabar todos los partidos que ha disputado con más posesión que su rival, y construyendo una escuadra supercompetitiva hasta en los torneos de verano.
El Barça necesitaba ganar, para tratar de retrasar al máximo el alirón del Real Madrid, y de paso ir batiendo algunos récords. Todos ellos de menor importancia, pero también históricos. Como el del numero de goles anotados en una temporada (era de 105 y a partir de ahora es de 108). O también para ayudar a Messi en la batalla de la Bota de Oro, que este año puede acabar en 50 goles. Si ocurriera en la Liga bielorrusa, por poner un ejemplo, diríamos que ese campeonato carece de nivel. Pero el mano mano entre Messi y Ronaldo ha llegado a tal extremo que no hay límites para ninguno de los dos. El de Rosario, con un nuevo ‘hat-trick’, aunque dos goles fueran de penalti, batió además la marca registrada hasta la fecha por el ‘Torpedo’ Muller, que tenía como plusmarca 67 goles (entre todos los campeonatos) en una misma temporada. Messi superó este miércoles esa cifra y, con 46, mete presión a Cristiano en el ‘Pichichi’ más fructífero de la historia.
Messi, como ante el Rayo, volvió a liderar a su equipo, en un partido en el que el Barcelona fue mejor que su rival, tuvo más presencia en ataque y buscó más la portería. Los catalanes llevaron la iniciativa, pero los andaluces, con Rondón y Buonanotte, se mostraron como un rival temible a la contra mientras el electrónico les daba opciones. En parte por la posición, sorprendente, de Cazorla, que cayó casi hasta el medio centro para lanzar las contras. En cualquier caso, el asturiano es más eficaz en posiciones de ataque, donde puede desbordar con peligro.
Alineación inédita
El Barça, por su parte, jugó con una alineación inédita, en la que Messi, Cuenca y Pedro formaban la tripleta atacante y Cesc, Iniesta y Keita el eje del centro del campo. Faltaban Xavi y Busquets y a los azulgrana les costó coger ritmo en la circulación. En el arranque, los azulgrana no acertaban en el juego de rápidas combinaciones. Pero aun así, el Barça tiene muchos recursos. Cuando el balón no fluye, tira de estrategia (la labor de Tito en la sombra) y se pone con el viento a favor. Ocurrió en el minuto 13. Iniesta y Messi sacaron en corto un córner, el manchego se quedó solo, lanzó a Puyol y el de la Pobla hizo el primero. Con media jugada, los azulgrana se ponían con el marcador a favor, lo que les enchufó al partido y les permitió el control absoluto del balón. Hasta que una jugada aislada dio al traste con todo el dominio local. Gámez metió la rosca desde la derecha, y Rondón, de gran remate de cabeza, logró el empate.
El Barça no se descompuso tras el empate, aunque sufrió los minutos más complicados del encuentro. A la media hora, Iniesta entró en el área, Gámez le derribó y Turienzo pitó penalti (pudo ser fuera, aunque parece que el contacto fue dentro del área). Gol de Messi desde los once metros y casi fin del partido. Con casi una hora por delante, los azulgrana se ponían por delante por segunda vez y en esta ocasión ya fue de forma definitiva.
Tras la reanudación, el Barça tiró de nuevo de estrategia, después de un córner, y el árbitro concedió la segunda máxima pena a los blaugranas. Messi, que ya se había olvidado del error ante Peter Cech, acertó el penalti y puso el partido cuesta abajo. El 4-1 fue la puntilla. Gran pase de Iniesta desde el centro del campo, Messi recibió al borde del área y se la picó por encima a Kameni para driblarle y meter un golazo.Su gol número 46 en Liga esta temporada. Como diría el clásico, un escándalo, una barbaridad que Messi hace fácil y casi normal.