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Los secretarios generales de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, ayer, en la cabecera de la manifestación de Madrid. :: J. MARTÍN/EFE
Economia

Los sindicatos no pararán

Las manifestaciones del Primero de Mayo claman contra los recortes y reclaman trabajo y derechos UGT y CCOO anuncian movilización permanente «hasta que esto cambie»

AMPARO ESTRADA
MADRID.Actualizado:

Decenas de miles de personas han salido otra vez a la calle para protestar contra la reforma laboral y los recortes en sanidad y educación. Dos días antes también lo hicieron por los mismos motivos, aunque el Primero de Mayo ha logrado más afluencia. Los sindicatos calculan en un millón las personas que han acudido a las 80 manifestaciones convocadas en las principales ciudades españolas, con más de cien mil asistentes en Madrid o en Barcelona. Cifras que no son refrendadas por las delegaciones de Gobierno.

Los líderes de UGT y Comisiones Obreras, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, encabezaron la marcha en Madrid bajo el lema 'Trabajo. Dignidad. Derechos. Quieren acabar con todo'. Y lanzaron un mensaje al Gobierno: «Vamos a seguir manifestándonos hasta que esto cambie». Los sindicatos aseguran que la reforma laboral no contribuye a crear empleo; al contrario, lo destruye, y creen que llegaremos a seis millones de parados.

Cándido Méndez, secretario general de UGT, afirmó que la reforma laboral «nos lleva a las condiciones laborales de China», y los recortes a una «demolición» de los servicios públicos. En su discurso, hizo un reconocimiento expreso a los empleados públicos: «Defender a los trabajadores públicos es defender los servicios públicos». «Esta reforma laboral no va a estar para siempre», aventuró el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo. «No es cierto que no haya alternativas. Lo que pasa es que la crisis era la oportunidad que estaban esperando para producir esta involución», dijo Toxo.

Un día después de conocerse el plan del Gobierno para luchar contra el absentismo de los funcionarios mediante la reducción del sueldo a quienes estén de baja, el líder de UGT acusó al Gobierno de ser «un mal empresario». A las declaraciones del ministro de Economía de que el Gobierno había cogido el timón del barco y enderezado el rumbo, Méndez les dio la vuelta: «Lo que han hecho es embarrancar el buque y salvar a los de primera clase a través de la amnistía fiscal». Toxo recalcó que el programa de reformas que está llevando adelante el Gobierno es el que «no quiso presentar» el Partido Popular en campaña electoral y que «dentro de muy poquito el argumento de la herencia recibida ya no le servirá».

En unos momentos en que se levantan voces acusando a los sindicatos de ineficaces e inútiles, Méndez y Toxo apuntalaron la línea de defensa: «Han empezado descalificando a las organizaciones sindicales, pero la pieza a cobrar son los derechos laborales». Con palabras más claras se expresaba Antonio Navas, de 92 años, que fue minero en Asturias: «El obrero está perdiendo todo lo que ha ganado».

Junto con las banderolas rojas y blancas de UGT y CCOO sobresalían banderas republicanas. Y en las pancartas se sucedían mensajes sobre la monarquía: 'Rey y yerno. Cuentas, no cuentos' o 'Sobre la ley, ni el Rey'. Pero no eran los únicos carteles. En otros se podía leer 'Contra los recortes, movilización' o 'Tarifazos mil al pueblo servil'.

Personas que hacía años que no habían vuelto por el Primero de Mayo fueron ayer para protestar. «Nos están dejando sin derechos», explicó Mercedes, empleada en una pequeña empresa. «Los trabajadores tenemos muchísimo miedo y los de arriba lo saben y presionan», señaló esta trabajadora de 47 años que llevaba 15 años sin asistir al Primero de Mayo. Su hija Lorena, estudiante de Secundaria, tiene claro que hay que protestar por los recortes en educación y sanidad, y ejemplifica sus efectos: «A los profesores tardan mucho en sustituirlos y, mientras, los alumnos no tienen clase».

Dirigentes del PSOE, de Izquierda Unida y de otros partidos acudieron a las manifestaciones. En Madrid, estuvieron presentes los exministros socialistas de Trabajo Valeriano Gómez y Jesús Caldera y la portavoz del PSOE en el Congreso, Soraya Rodríguez. También acudió el coordinador general de IU, Cayo Lara. En Valencia participó la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano.

En el Día Internacional del Trabajo se celebraron manifestaciones en casi todos los países. En Francia, a cinco días de la segunda vuelta electoral, hubo 200 convocatorias pero no unitarias. En París hubo tres manifestaciones paralelas ya que Sarkozyconvocó a sus partidarios para celebrar el «verdadero trabajo» y los seguidores del Frente Nacional de Marine Le Pen también fueron por su cuenta. En Grecia, tras cinco años de recesión, no hubo asistencias masivas.