EVO, EL NACIONALIZADOR

A su modo, es decir con una expresión entre retórica y oportunista, el presidente de Bolivia, Evo Morales anunció ayer la nacionalización de TDE. La retórica la aseguraron la fecha, el uno de mayo, lo que permitió a Morales mencionar el día de los trabajadores del mundo y el escenario elegido: una alocución ante altas autoridades del Estado, incluido el jefe del Ejército, quien recibió allí mismo la orden de ocupar las instalaciones de la compañía en Cochabamba, un gesto poco necesario y que no pasará a los anales de las gestas militares. Cada uno de mayo se hace algo parecido desde que el presidente fue elegido en 2006, cuando, para inaugurar la serie, se comunicó la estatalización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, empresa emblemática, vinculada a la agitada historia del país y, en todo caso, de envergadura económica mucho mayor. Que el proyecto de Morales incluya nacionalizaciones no es sorprendente: está en la tradición local y en la memoria de un país que bajo el larguísimo periodo de gobierno del Movimiento Nacionalista Revolucionario de Víctor Paz Estenssoro y Hernán Siles Zuazo y su aliado el sindicalismo minero creó una de las economías más estatalizadas del mundo. Ahora es muy posible que se busque también una ayuda a medio plazo: avivar la emoción y el orgullo nacional mientras sube el descontento popular con elementos más a ras de tierra, como el aumento de precio de la canasta de la compra o de los transportes. Protestas contra la carestía y ciertas carencias en los servicios reúnen a miles de personas y el gobierno, de hecho, ha debido retroceder en ocasiones ante la presión social, expresada, según una arraigada costumbre, en largas marchas bajo amplia cobertura mediática.

El asunto, con todo, no tiene la importancia de la expropiación de Repsol en Argentina el pasado 16 de abril y el gobierno español lo ha descrito así con rapidez mientras sugiere que su tratamiento será igualmente muy diferente. Ni siquiera es imposible que haya un rápido acuerdo sobre la compensación y si se produce y se evitan males mayores tal vez se podrá atribuir a la longa manus del vicepresidente Alvaro García Linera. Este, con una alta formación política, práctico y gran estratega, tiene que ver con todo lo que se hace en La Paz.