Cuando la ciudad ruge

Todavía resuenan por los más inhóspitos rincones de la ciudad -como un eco anual y de veras reconocible- el rugido de las motos. Jerez se convierte, ha vuelto a convertirse, en el epicentro, en el centro neurálgico, en el banderín de enganche y en el pistoletazo de salida de una afición que por veces ya se transforma en vocación. E incluso en devoción. De multitudes. De personas pertenecientes a toda tipología de clases sociales. De gentes del procomún. Este año se ha contado además con una serie de actos que prácticamente han abarcado el calendario de siete días. Semana completa. Semana del Mundial de Motociclismo.

Así, por ejemplo, la alcaldesa, María José García Pelayo, recibió a los periodistas participantes en la presentación de la nueva motocicleta Aprilia SRV 850. O la expectación causada por la caravana de motos clásicas que partieron desde la plaza del Arenal. Mentiríamos -o atentaríamos contra las integrales de la verdad- si señalásemos que la lluvia deslució la concentración motera en los clásicos puntos urbanos. La fiesta mantuvo su ritmo, su frenesí, su intensidad. Añadimos en este repaso la curiosa foto de la delegada Susana Sánchez con los alumnos del CEIP Torresoto.