Rajoy defiende la subida de impuestos como única alternativa para reducir el déficit
Anuncia que el viernes aprobará nuevas reformas y pide a los españoles que, pese a los recortes, tengan fe en su Gobierno
MADRID.Actualizado:«Voy a intentar explicar cómo lo veo». Con esta promesa inició Mariano Rajoy la parte central de su discurso de clausura del XV Congreso Regional del PP de Madrid. Y el presidente, a juzgar por su exposición, ve un presente muy negro y un futuro inmediato igualmente negativo, con nuevos recortes y ajustes para cumplir con lo que considera la máxima prioridad en este momento: cumplir con el compromiso de reducir el déficit al 3% en 2013.
Sin embargo, lanzó un mensaje que rompe con el realismo más crudo al que el presidente recurre para analizar la situación de España. «El año que viene va a ser mejor que este 2012», espetó aunque sin concretar en qué. Rajoy dio muestras de que cumplirá con la reducción de los números rojos del Estado cueste lo que cueste, sin importarle incluso si contradice o no los postulados liberales que con tanto ahínco proclamó el PP cuando estaba en la oposición. Un firme compromiso con el equilibrio fiscal que empleó, por ejemplo, a la hora de justificar el incremento de la presión fiscal que, a diferencia de lo que opinaba hace poco más de un año, lo considera «justo, sensato y así lo requiere el interés general de los españoles».
Un tanto harto de escuchar reproches por esta medida, el presidente se defendió: «Hemos tenido que subir algunos impuestos. ¡Claro que sí! Lo hemos tenido que hacer y no figuraba, ya lo sé, en nuestro programa electoral», exclamó. El jefe del Ejecutivo, que no se refirió en ningún momento a la subida de IVA para 2013 que adelantó el ministro de Economía Luis de Guindos el pasado viernes, enfatizó que el alza en el IRPF sólo tiene una vigencia de dos años y se comprometió a «intentar» no volver a tener que tocar los tributos.
Con país en recesión, una previsión de más de 600.000 nuevos desempleados en este año y unos mercados que no dan respiro a España pese a las reformas puestas en marcha, Rajoy reclama fe en las decisiones que ha adoptado su Gobierno en sus primeros cuatro meses de mandato. Declamó que estas reformas, «como tantas otras cosas en la vida», no darán resultados inmediato. «De las situaciones difíciles no se sale con facilidad», apostilló.
El presidente quiso mostrar cercanía hacia unos ciudadanos a los que el Ejecutivo lleva cuatro meses reclamando «esfuerzos y sacrificios». Dijo entender perfectamente a las personas que no alcanzan a comprender los ajustes. «Cómo no lo voy a entender si soy plenamente consciente de las decisiones que estamos adoptando». También comprende las dudas que la situación genera en otra parte de la población que se pregunta «y de esto cómo se sale». Su fue clara y concisa: «Esto tiene salida». Su espejo es el camino que recorrió José María Aznar en 1996 cuando recibió un país con una tasa de paro del 22% y un déficit público de siete puntos y, pese a ello, logró que España creciera.
El mismo día en que se celebraron medio centenar de marchas de protesta en toda España en protesta por los recortes de sanidad y educación, el presidente dejó claro que no piensa cambiar de rumbo. Entiende que sus reformas son «positivas necesarias y obligadas», porque todas ellas tienen como única finalidad la de devolver a España al crecimiento económico y a la creación de empleo. «Cada viernes reformas y el que viene, también», advirtió.
Que se «calle» el PSOE
Rajoy ya no se anda por las ramas a la hora de endilgar la responsabilidad de que España padezca los rigores de los mercados internacionales. «La tienen los que la tienen», es decir, el Gobierno socialista al que culpa de permitir una desviación de 2,5 puntos en la previsión del déficit que provoca, en contra de las previsiones que manejaba el PP, la necesidad de acometer un ahorro adicional de 28.000 millones de euros en dos años, como único camino, según los populares, para cumplir con el objetivo del déficit. «Lo menos que deberían hacer es callarse, después de lo que nos han dejado aquí», remachó un beligerante Rajoy. Y es que al Gobierno le disgusta sobre manera el llamamiento que ha realizado el PSOE a los ciudadanos para que tomen la calle en protesta por los tijeretazos. «Para salir del pozo en el que estamos hay que hacer lo que ellos (por el PSOE) no hicieron por que no se atrevieron, no supieron o no quisieron», zanjó.
En clave Europea, Rajoy pone una vela al plan de Hermann van Rompuy de convocar un Consejo Europeo extraordinario para habilitar planes de crecimiento en los países de la UE y otra, a Angela Merkel y su política de control presupuestario. «Sin austeridad no habrá crecimiento», insistió.