Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, ayer, en la cabecera de la manifestación en Madrid. :: JOSÉ RAMÓN LADRA
Economia

Miles de voces contra los recortes

Los sindicatos insisten en sus protestas para evitar que el Gobierno ahonde «en un camino de privatizaciones» La defensa de la educación y la sanidad públicas, preludio del Primero de Mayo

MADRID. Actualizado: Guardar
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Decenas de miles de personas salieron ayer a la calle en medio centenar de ciudades españolas para protestar contra los recortes aprobados por el Gobierno en sanidad y educación, pero también contra la reforma laboral, las subidas de impuestos y los recortes de libertades. Estaban convocados bajo el lema 'Con la sanidad y la educación no se juega', por la Plataforma en Defensa del Estado de bienestar y los servicios sociales, de la que forman parte UGT y CC OO y cincuenta organizaciones sociales.

El secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, explicó que nos acercamos a una situación de «emergencia económica y social». Los recortes y la reforma laboral aceleran la destrucción de empleo, dijo, y reducir el déficit desde el 8,5% hasta el 3% el año que viene representa un ajuste de 78.500 millones que «no lo resisten ni la economía ni la sociedad». Para Toxo se trata de una «misión poco menos que imposible» y destacó que las últimas medidas anunciadas por el Gobierno (subida del IVA y rebaja de las cotizaciones sociales) suponen transferir rentas de los trabajadores a excedentes empresariales.

También el secretario general de UGT, Cándido Méndez, insistió en que el Gobierno «pretende ahondar en un camino de privatizaciones» y afirmó que el ministro de Economía, Luis de Guindos,«cuenta cuentos porque no le van a salir las cuentas». El efecto de los recortes en sanidad fue expuesto de manera dramática por el portavoz de las asociaciones en defensa de la sanidad pública, Marciano Sánchez: «Se va a incrementar la mortalidad y va a disminuir la esperanza de vida». Crudas fueron también las palabras de Ignacio Murgui, el portavoz de la asociación estatal de movimientos vecinales, para quien estamos asistiendo a «un saqueo de los recursos públicos».

Los líderes de UGT y CC OO reprocharon al presidente del Gobierno que no los reciba y recalcaron que las protestas no acababan ayer, ni tampoco el Primero de Mayo, sino que seguirán movilizándose porque se está atentando contra los «pilares básicos de nuestro modelo de convivencia». La gente no se va a olvidar de los recortes porque los va a padecer día a día, dijo Méndez.

Pensionistas, profesores de la escuela pública, estudiantes, parados y trabajadores acudieron a las manifestaciones con pancartas en que denunciaban el 'Guantánamo laboral'. Otras consignas eran 'Educar es invertir, no gastar', 'La salud es un derecho, no un negocio' o 'Lo público no se vende, se defiende'.

Menor afluencia

Como siempre, las cifras facilitadas por sindicatos y Policía divergen. Los sindicatos calculan que en Madrid se manifestaron 40.000 personas, 9.000 según la Policía; en las ocho capitales andaluzas hubo 50.000 manifestantes según los convocantes y 11.500 según la Delegación del Gobierno; 70.000 en Galicia según los manifestantes; 15.000 en Valladolid para las centrales pero 5.000 para la Policía; los 15.000 de Castilla-La Mancha, la Delegación del Gobierno los reduce a 3.500; y las 6.000 personas de Badajoz y Cáceres que contaron los sindicatos bajan a 2.000 para la Delegación del Gobierno. Estos son solo algunos ejemplos, aunque la idea general es que se han tratado de manifestaciones menos numerosas que las que se produjeron el 29 de marzo, con motivo de la huelga general. La lluvia presente en muchas de las ciudades y el puente deslucieron la asistencia.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dijo que «entiende» a los que protestan pero defendió que seguirá adoptando medidas porque es lo que tiene que hacer para salir de la crisis. Rajoy reclamó al PSOE que «se calle» después de la herencia que ha dejado. Un día antes la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, criticó a los socialistas por «calentar la calle» y dijo que «por vergüenza» deberían quedarse en casa.

El secretario de Organización del PSOE, Óscar López, que acudió a la manifestación de Madrid, contestó al Gobierno que «los dirigentes del PP son los que no pueden salir a la calle porque han estafado a los españoles».