Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Los diputados escuchan al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante el discurso de investidura. :: DANIEL OCHOA DE OLZA / AP
ESPAÑA

El Congreso se olvida de limitar el pluriempleo de los diputados

Pese a la promesa de tener «dedicación absoluta» a la cámara, uno de cada tres compagina el escaño con otro trabajo

ALFONSO TORICES
MADRID.Actualizado:

Los grupos parlamentarios acordaron al final de la pasada legislatura adoptar las medidas necesarias para que los miembros del Congreso cumpliesen con la «dedicación exclusiva» al cargo que la ley exige a todos los diputados.

A la vista del primer dictamen elaborado por la Comisión del Estatuto del Diputado, el documento que estable qué actividades pueden o no compatibilizar los parlamentarios con su escaño, el compromiso ha quedado en papel mojado. El informe, aprobado el miércoles pasado en el pleno por una muy amplia mayoría, pero con la abstención crítica de 37 diputados de IU, BNG y PSOE, demuestra que, pese a lo dicho, nada ha cambiado.

Uno de cada tres diputados, con la bendición del resto, tiene ocupaciones fijas ajenas al cargo, y medio centenar de ellos incluso gozan de pluriempleo al ser autorizados a compaginar el escaño con el ejercicio privado de sus profesiones, por lo que reciben remuneraciones que no tienen limite reglamentario.

Se trata de cifras idénticas a las de la legislatura pasada. La comisión autorizó a 43 diputados a ejercer como abogados, médicos, farmacéuticos, consultores o actores, entre otros oficios, con el único requisito de no trabajar para la administración pública. El año pasado, antes del compromiso de limitación de las compatibilidades, los profesionales liberales autorizados fueron 47.

64 alcaldes y concejales

Lo mismo ocurre con quienes compatibilizan su escaño con la responsabilidad de ser alcaldes, concejales o diputados provinciales en sus respectivos territorios. Fueron 63 el año pasado y 64 en la presente legislatura. La única condición que se les pone para ejercer ambas ocupaciones al tiempo es que elijanqué sueldo público cobran ya que solo pueden percibir uno.

Solo 125 de los 350 diputados tienen dedicación exclusiva, y eso si no se descuenta a quienes ocupan cargos en sus partidos. La cifra, de entrada, parece un avance sobre la pasada legislatura, cuando solo 69 no tenían otra labor que el Congreso.

Sin embargo, esta aparente mejora de la dedicación al acta no se produce por el descenso del pluriempleo o de la acumulación de cargos públicos sino por la disminución de los diputados que solicitaron permiso para realizar actividades ocasionales ajenas al Parlamento, que han pasado de 162 a 109.

El permiso es para tareas como la participación en conferencias y seminarios esporádicos, la aparición en tertulias periodísticas, la creación artística o científica, o la pertenencia a patronatos o fundaciones sin ánimo de lucro, actuaciones a las que muchos restan importancia y tildan de «mera extensión de la actividad parlamentaria». El grupo también incluye a quienes ejercen la docencia ocasional o a tiempo parcial, para lo que tienen permiso 21 diputados. El comportamiento de la cámara no guarda relación alguna con el documento institucional que los presidentes del Congreso y Senado redactaron en junio de 2011, tras recibir las propuestas de los grupos y de sus servicios jurídicos.

José Bono y Javier Rojo, con el aplauso de todos los partidos, aseguraban que la Comisión del Diputado «debe hacer del principio de dedicación exclusiva proclamado en la ley vigente el criterio fundamental de sus resoluciones, de manera que las excepciones sean tales y no se conviertan en norma». La declaración añadía que, «actualmente, las excepciones han perdido su naturaleza para transformarse en una suerte de regla general no querida originalmente por el legislador». Y concluía: «La necesidad de extremar el rigor en la concesión de compatibilidad debe convertirse en el principio que inspire las resoluciones y es así porque lo ordena la ley». Tal era el cambio de doctrina que preveía el documento que aconsejaba que los partidos le diesen toda «notoriedad» para que quienes fuesen candidatos en la presente legislatura supiesen las limitaciones laborales que tenían.

Multitarea

Aquellas nobles palabras, nacidas al calor del movimiento 15M que tomaba plazas y exigía transparencia y rigor a los políticos, han vuelto al cajón. Desde luego tienen poco que ver con que el reciente dictamen considere que hay diputados que pueden tener «dedicación absoluta» y al mismo tiempo ejercer como abogado, ser catedrático de una universidad privada y director de un instituto universitario, como el popular José María Beneyto, o diputado provincial, teniente de alcalde y miembro del consejo de Unicaja, como el socialista Francisco González Cabaña.

Son solo dos ejemplos de al menos una decena de diputados con una nutrida lista de ocupaciones adicionales al escaño, entre los que destaca el popular Miguel Ángel Cortés, que ejerce de abogado, escribe, da conferencias y cursos, pertenece a nueve fundaciones, dos comités técnicos y un consejo asesor.