El Rey se reunió con Rajoy siete horas después de recibir el alta hospitalaria
A don Juan Carlos se le «desajustó» la prótesis implantada en la cadera derecha hace dos semanas tras el accidente en Botsuana
MADRID.Actualizado:«He hecho un mal movimiento», confesó don Juan Carlos al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, durante la audiencia que el jefe del Estado concedió el jueves por la tarde al jeque Abdalá bin Zayed al Nahyan, jefe de la diplomacia de los Emiratos Árabes Unidos.
El Rey, según contó el ministro en RNE, «intentó disimular el dolor» que parecía «intenso», pero no interrumpió el encuentro. El incidente fue más grave de lo previsto porque a las once de la noche el Monarca fue trasladado desde la Zarzuela al hospital San José de Madrid para ser sometido a una segunda intervención en la cadera que se fracturó en Botsuana el 13 de abril durante un safari.
La operación, dirigida por el doctor Angel Villamor, duró una hora y fue practicada con anestesia epidural. La intervención redujo la luxación producida por ese mal movimiento que hizo durante su encuentro con el ministro de Asuntos Exteriores de los Emiratos Árabes, que, según indicaron fuentes médicas, tal vez pudo ser un amago de cruce de piernas mientras estaba sentado.
A las once de la mañana de ayer, 12 horas después de pasar por el quirófano, el Monarca recibió el alta hospitalaria sin necesidad de pasar a planta. Pese a la convalecencia, don Juan Carlos mantuvo su habitual despacho semanal Mariano Rajoy, según detallaron fuentes de la de la Casa del Rey, del que de forma excepcional hay testimonio gráfico.
El presidente del Gobierno se interesó por la salud del Rey nada más entrar en su despacho sobre las seis y media de la tarde. El jefe del Estado esperaba sentado en la silla de su mesa de trabajo, con un aspecto animado y sonriente, añadió el citado portavoz del palacio de la Zarzuela. Antes de entrar en materia, ambos conversaron sobre la distinta suerte que han corrido los equipos de fútbol españoles que han jugado esta semana competiciones europeas.
Don Juan Carlos, una vez que recibió el alta hospitalaria y con la ayuda de muletas, se dirigió al aparcamiento del centro sanitario para subir a un vehículo con los cristales tintados, en el que ha abandonado poco después el hospital con destino a la Zarzuela. En esta ocasión, no se detuvo a conversar con los periodistas como hizo el 18 de abril, tras su primera operación de cadera. Una fecha que pasará a la historia por su frase: «Lo siento mucho. Me he equivocado y no volverá a ocurrir». Nunca antes un Rey se había disculpado en España.
En esta ocasión no hubo declaración alguna. El Rey abandonó la clínica por el garaje mientras que los medios de comunicación hacían guardia en la entrada principal del centromédico a la espera de noticias sobre el estado de salud del Jefe del Estado o, en su caso, de las visitas que pudiera recibir. No hubo posibilidad de que ningún otro miembro de la Casa Real se trasladará al hospital ya que el Rey nunca llegó a estar ingresado en planta. Tan solo estuvo en la sala de observación cercana al quirófano donde fue intervenido, y de ahí al palacio de la Zarzuela.
El parte de alta hospitalaria dado a conocer a mediodía por el hospital, firmado por el doctor Ángel Villamor, y el jefe del Servicio Médico de la Casa del Rey, Avelino Barros, informó de que el Rey continuará en su residencia «las revisiones postoperatorias y el protocolo de recuperación intensiva previsto».
Calendario de recuperación
El calendario de recuperación fijado por su equipo médico tras la primera intervención se mantiene sin cambios a pesar de su última intervención. Si el doctor Villamor fijó entonces entre 40 y 60 días el plazo normal para que el monarca retome con plenitud la actividad física, ese calendario no sufrirá en principio retrasos por la operación a la que anoche se sometió de nuevo el Rey. Durante ese tiempo, el Príncipe de Asturias representará a su padre en los actos oficiales.
El percance que sufrió el jefe del Estado fue excepcional ya que solo entre el 1 y el 4% de los pacientes a los que se les ha implantado una prótesis tras una fractura de cadera sufren una luxación. No es muy habitual, pero puede ocurrirle a cualquiera, según explicó Pablo Díaz de Rada, traumatólogo especialista en cirugía de la cadera de la Clínica Universitaria de Navarra.