Maddie: renace la esperanza

Han pasado casi cinco años de la desaparición de Madeleine McCann y la Policía no pierde la esperanza. Los agentes de Scotland Yard están persuadidos de que la niña, de la que se perdió la pista en el Algarve (Portugal), puede estar viva. Prueba de ello es que han difundido un retrato de la pequeña que recrea por ordenador cómo sería Madeleine con nueve años.

El inspector jefe de la Policía Metropolitana de Londres, Andy Redwood, anunció ayer que se ha dado un nuevo impulso a la investigación. No en vano, han surgido nuevas hipótesis que abonan la idea de que Maddie no ha muerto, aunque aún permanecería en manos de sus secuestradores.

Scotland Yard ha decidido relanzar las averiguaciones por deseo del primer ministro británico, David Cameron. El político se entrevistó con los padres de la niña cuando se encontraba en la oposición y entonces les prometió que no tiraría la toalla en caso de resultar elegido, como así ha sido.

Ahora es preciso recabar las suficientes pistas para que Portugal se avenga a reabrir las investigaciones. Buena parte del trabajo ya está hecho. Un grupo de 37 policías londinenses se han afanado el último año en estudiar las más de 100.000 páginas de documentación acumuladas sobre el caso, por si hubiera pasado desapercibido algún detalle. La desaparición de McCann, que aconteció el 3 de mayo de 2007, en Praia da Luz, causó una gran conmoción en todo el mundo. La falta de certezas dio lugar a que los investigadores dieran palos de ciego, hasta el punto de que la Policía lusa llegó a creer que los propios progenitores estaban implicados. Les acusó incluso de la muerte accidental de la niña y de ocultar su cadáver.

En la elaboración de la imagen de Madeleine la Policía ha contado con el apoyo de forenses y peritos en reconocimiento facial, aparte de los padres de Maddie, Gerry Kate McCann, quienes son los principales responsables de no se haya dado carpetazo a la investigación.

No es la primera vez que las víctimas de secuestros reaparecen al cabo de los años. «Son de sobra conocidos casos así», dijo el inspector Redwood, quien exhortó a quienes estaban en Praia da Luz cuando ocurrieron los hechos y aún no hayan prestado declaración a que se pongan en contacto con la Policía. «Estamos manejando ahora material que creemos que encierra información realmente nueva», dijo Redwood a los periodistas. Poco más se pudo sacar al investigador policial, quien mostró especial celo en mantener la discreción.

Si bien la Policía británica no descarta que el eventual secuestrador de Madeleine cruzara las fronteras portuguesas, Redwood evitó revelar más «detalles» sobre la investigación en curso.

En el empeño de dar con el paradero de su hijo, los McCann se han sentido muchas veces solos. Para romper ese cerco de silencio, la madre de Maddie publicó en 2011 un libro para recaudar fondos y procurar que el caso de su hija no fuera definitivamente archivado.

La desaparición fue objeto de una investigación que se desarrolló durante 14 meses y que se cerró sin ningún resultado en Portugal.