Brindis al sol

La reclamación de la Junta a Gadir Solar de los más de 20 millones de euros concedidos para su instalación en la Bahía es un brindis al sol. Una declaración de cara a la galería que no conduce absolutamente a nada. A nada más que a tratar de quedar bien de cara a la ciudadanía. Porque tanto desde la consejería de Empleo como desde la delegación gaditana saben que ese dinero no se va a recuperar jamás. Exactamente igual que ocurrió con los diez millones que se llevó Delphi en su día. Gadir Solar ha dado el carpetazo -dejando a 196 trabajadores en paro y sin indemnización- y se ha volatilizado con el dinero recibido.

Los afectados, desde la desesperación, piden a la Fiscalía que investigue si ha habido desviación de fondos. Los encargados de 'regalar' esos fondos, desde el interés político, piden que se devuelvan.

En lugar de reclamar a posteriori, lo deseable hubiese sido que aquellos a los que se les encomendó la tarea de decidir a quién se inyectaba dinero público y a quién no hubiesen sido más pulcros en su trabajo.

Que hubiesen exigido todo tipo de garantías de que los proyectos presentados tenían las mínimas garantías de futuro. Pero desde que el 22 de febrero de 2007 Delphi anunció su cierre y, poco después, Manuel Chaves pronunciara aquella frase de «No os voy a dejar tirados, vuestro mejor aliado soy yo» los despropósitos han ido cayendo uno detrás de otro.

Primero se les prometieron a los exDelphi unas prebendas que crearon un agravio comparativo con el resto de los parados. Después se pusieron en marcha diversos planes de reindustrialización que, a la vista está, no han servido prácticamente de nada. Y el asunto de las ayudas a las empresas que entraron en esos planes -Gadir Solar es un ejemplo evidente, pero no el único- ha supuesto un despilfarro. Sin hablar de las subvenciones a supuestas empresas que ni tan siquiera existían, como la del gallego Dávila Ouviña, asunto que aún está por aclarar judicialmente. Como tantos otros relacionados con el Plan Bahía Competitiva.