El Ejecutivo tendrá que aclarar si el viaje del Rey a Botsuana costó al erario público

El Gobierno tendrá que contestar a la pregunta de si el polémico viaje del Rey a Botsuana para participar en un safari tuvo coste alguno para el erario público. Ese es uno de los interrogantes que consiguieron pasar el filtro de la Mesa del Congreso en su reunión del pasado martes. En el tintero, en cambio, se han quedado otras cuestiones sobre las que se habían interesado fuerzas políticas como ERC, IU, ICV o ChA; entre ellas, la de si el Ejecutivo piensa solicitar a la Casa del Rey información acerca de las gestiones que haya podido realizar el Monarca en los últimos años y que hayan favorecido los negocios de los patrocinadores de la cacería.

El órgano de Gobierno del Congreso ya dejó claro que solo admitiría a trámite aquellas preguntas que tuvieran que ver con las competencias que el Ejecutivo tiene asignadas constitucionalmente en relación con la Corona. Y estas son limitadas. Así, queda frenado todo intento de fiscalizar las actividades del Jefe del Estado: ¿Quién lo acompañaba en su viaje? ¿Quién pagó el viaje de los asistentes al safari?¿Cuál es el coste diario de hospitalización del monarca?¿Qué papel ha jugado doña Corina en estos últimos años y a título de qué en relación con las inversiones españolas en Arabia y recíprocamente?...

En todo caso, sí llegarán al Ejecutivo aquellas preguntas relativas al momento en el que fue informado de la agenda del Rey y también las que inquieren sobre si se le hizo algún tipo de advertencia. El grado de profundidad con que conteste ahora el Gobierno es harina de otro costal.