Los pequeños comercios sacan sus productos a la vía pública para sobrevivir
La mayoría de los empresarios aseguran que sin esta iniciativa sus negocios no soportarían la situación tan crítica que viven las tiendas locales
CHICLANA. Actualizado: GuardarLos pequeños locales comerciales del centro de la ciudad están pasando un mal momento a consecuencia de la crisis, algunos empresarios llegan a asegurar que en el último año las ventas han bajado hasta un 50%, a causa del incremento progresivo del número de desempleados. Es por esto que muchos son los que miran los escaparates y pocos los que finalmente adquieren los productos. Atendiendo a estas circunstancias, los comerciantes se ven obligados a buscar nuevos recursos que contribuyan a aumentar las ventas, al menos para que el negocio pueda continuar funcionando. Ahora, aprovechando el buen tiempo y la época de Primeras Comuniones, son bastantes los empresarios que se han sumado a lo que ya venían haciendo algunos locales desde hace un par de años, sacar en plena calle La Vega los productos que ofrecen en sus tiendas. Ellos mismos aseguran que antes esta acción estaba muy controlada por los cuerpos de seguridad pero, ahora, «no es igual porque todos entienden este mal momento».
Este recurso, como aseguran los propios comerciantes, «no supone el éxito total pero, al menos, los viandantes reparan en lo que más llama la atención». En este sentido, es necesario que los artículos a la venta que se muestran sean económicos o tengan algún descuento u oferta para resultar aún más atractivos y conseguir que el cliente los adquiera. Igualmente imprescindible para conseguir resultados es cambiar, por lo menos, cada semana los productos que se ofrecen a pie de calle para lograr la efectividad deseada. Del mismo modo, los que han decidido unirse a esta tendencia en el casco histórico saben, por experiencia, que no es necesario sacar siempre sus puestos a la calle porque hay momentos en que ni de esa forma se vende. Se refieren, principalmente, a los martes, día en que se instala el mercadillo en La Longuera; pero, igualmente, en las tardes del resto de la semana el negocio es mínimo debido a la poca afluencia de personas en las calles. Estas medidas son las que los pequeños empresarios van a prendiendo con el día a día para poder sobrevivir a la disminución de ingresos por la que están pasando, hoy día, a causa de la crisis económica que afecta en Chiclana con cerca de 14.000 ciudadanos desempleados.
Sin embargo, además de la crisis, los problemas a los que se enfrentan los pequeños comerciantes, vienen, la mayoría derivados de la oferta que generan las grandes superficies y las franquicias, porque, según la propietaria de uno de estos locales, «todo el mundo está acostumbrado a ver rebajas del 70% y ya no quieren comprar nada más caro, porque saben que lo pueden encontrar en otro lugar a un precio más bajo». Además, otro problema relacionado con este tipo de tiendas que influyen al pequeño empresario es el adelanto que sufren las temporadas y las rebajas para mantener las ventas activas, situaciones que para los establecimientos locales son difíciles de igualar. Al igual que esto, los comerciantes del centro también se sienten afectados por la competencia que les hacen otros establecimientos como los asiáticos o los que venden todos los artículos a un precio fijo de 10 euros. Todo esto, según los mismos comerciantes, «porque hoy día todo el mundo se va a lo más barato además de comprar con mucha menos frecuencia».