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Twitter se salta la censura
Medios digitales y redes sociales ponen en jaque la ley electoral al saltarse la prohibición de publicar estimaciones antes del cierre de urnas
PARÍS Actualizado: GuardarLas redes sociales y los medios digitales han puesto en jaque la ley electoral francesa al saltarse la prohibición de publicar estimaciones de voto antes del cierre de todos los centros electorales, so pena de elevadas multas. "Las leyes han sido superadas por la realidad de los medios de comunicación", ha explicado Jurek Kuczkiewicz, el redactor jefe adjunto del diario belga Le Soir, que publicó estimaciones de voto en su página web a medida que disponía de información contrastada.
La ley del 19 de julio de 1977 prohíbe la publicación de encuestas a pie de urna antes del cierre de los últimos centros de votación en Francia, a las 20.00 hora local. Dicha ley pretende evitar un cambio brusco de tendencia en el voto a partir de las primeras estimaciones, como recuerda Daniel Boy, experto en comunicación pública de la universidad Science Po de París. En un "caso límite", como en las presidenciales de 2002, los votantes podrían haber acudido en masa a las urnas a última hora para evitar la ajustada victoria por 195.000 votos del ultraderechista Jean Marie Le Pen sobre el socialista Lionel Jospin, ha señalado Boy.
Pero en 2012, en la primera vuelta de los comicios, los nuevos medios en internet han puesto en jaque esa norma pues los resultados que avanzaban medios belgas y suizos (países fronterizos y francófonos) desde el cierre de los primeros colegios electorales a las 18.00 horas se difundían automáticamente en las redes sociales. Los internautas, a través de sencillos códigos y bajo el epígrafe #RadioLondres hacían circular las estimaciones que los medios galos conocían pero no podían publicar.
Intentar frenar el flujo de información en las redes sociales es "luchar contra molinos de viento", ha explicado Eric Chol, director de la redacción del semanario francés Le Courrier International. "Los franceses eran casi los únicos del mundo que no conocían los resultados", ha lamentado Chol, cuya edición digital se sumó al bloque de las cabeceras francesas que acordaron respetar la prohibición de avanzar resultados, por respeto institucional y para evitar una multa de 75.000 euros (unos 100.000 dólares), ha comentado.
Medios internacionales
Sin embargo, muchos medios internacionales no se han ceñido a esa constricción. "La legislación francesa no nos afecta ni a nosotros ni a nuestros lectores belgas" y tras una valoración "periodística, deontológica y jurídica", Le Soir publicó en internet las estimaciones de voto porque "no difundir la información sería un engaño periodístico", ha señalado Kuczkiewicz.
Su discurso coincide con el del grupo audiovisual belga RTBF, que también avanzó resultados en su web y puede verse afectado por la investigación que ha abierto la Fiscalía de París tanto a cabeceras extranjeras como francesas. "Tomamos garantías jurídicas y actuamos estrictamente conforme con el derecho belga", ha explicado el responsable de comunicación del grupo, Bruno Deblander, quien cree que la anunciada investigación judicial puede atentar contra la libertad de expresión. "Si se nos condena por publicar en base a una legislación extranjera, será el fin de la información internacional", ha sentenciado.
Después de que lo hicieron otros medios extranjeros, también la Agencia France Presse (AFP), con sede en París, decidió saltarse la norma. "La AFP es un medio internacional y francés. ¿Cómo imaginar que nuestros clientes puedan recibir de nuestra competencia internacional informaciones sobre las elecciones presidenciales francesas antes de ser informados por la AFP?", se ha preguntado Emmanuel Hoog, presidente de esa agencia de noticias a la que investiga la Fiscalía de París por romper el embargo.
Una solución, como propuso hoy el órgano que controla la campaña electoral, es cerrar simultáneamente todos los colegios a las 20.00 horas y no unos a las 18.00 y dos horas más tarde, los de las grandes ciudades como París, Burdeos, Marsella y Lyon. "Es complicado hacerlo en el último minuto", pero "es absolutamente urgente cambiar la ley", ha apuntado el máximo responsable editorial de Le Courrier International.