Hollande celebra su victoria. /Patrick Novarik (Afp) | Vídeo: Atlas
elecciones presidenciales en francia

Hollande y Sarkozy, en busca de los votos de la ultraderecha

El socialista obtiene un 28,56% de los votos y el conservador un 27,08%

PARÍS Actualizado: Guardar
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El candidato socialista, François Hollande, y el presidente Nicolas Sarkozy se verán las caras como rivales directos en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales tras quedar en primer y segundo lugar tras la primera ronda celebrada anoche, marcada por el mejor resultado de la historia de la ultraderecha francesa que ha obtenido Marine Le Pen, del Frente Nacional, tercera en número de votos.

Los candidatos a medirse en segunda vuelta se han dirigido hoy a los electores de la ultraderecha, cuyo voto será clave en la segunda vuelta del 6 de mayo. Según los resultados definitivos, Hollande obtuvo ayer 28,63% de los votos, Sarkozy un 27,18% y Marine Le Pen, del ultraderechista Frente Nacional (FN), un 17,90%, un récord histórico para este partido. La abstención fue de 20,53%. La fortaleza de la ultraderecha en la segunda economía de la Eurozona, y miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, inquietaba en Europa. La canciller alemana, Angela Merkel, ha señalado a través de su portavoz que el buen resultado de Le Pen, partidaria de salir del euro, es "preocupante".

Las bolsas europeas se han descalabrado además debido en parte al temor de los mercados ante una posible presidencia de Hollande, del que los mercados temen una política menos favorable al liberalismo económico y a las recetas de rigor de Merkel contra la crisis. Ese factor, junto a la crisis política en Holanda, ha hundido a los parqués europeos: Fráncfort perdió 3,36%, Madrid 2,76%, París 2,83%, Londres 1,85%, y Milán 3,83%.

Nicolas Sarkozy ha vuelto a proponer a su rival el próximo 6 de mayo que se enfrenten en tres debates, y no un solo cara a cara, como es tradición en Francia entre los dos últimos candidatos. "Es un momento crucial. Los franceses deben tener los elementos para elegir y yo no me esconderé, no me amilanaré. Y si el señor Hollande se amilana, será su responsabilidad", ha declarado. Hollande, por su parte, ha anunciado que se atendría a la tradición de celebrar uno solo entre las dos vueltas, que podría tener lugar el 2 de mayo.

La segunda vuelta

Cinco años después de su llegada al Palacio del Elíseo, Sarkozy se ha convertido en el primer presidente que pierde en primera vuelta de las presidenciales durante la V República francesa. Hoy mismo, el conservador señalaba que hay que "aportar una respuesta" al alto nivel de votos de la extrema derecha y ha anunciado una "gran manifestación el 1 de mayo" en torno al tema del "verdadero trabajo". La manifestación coincidirá con los desfiles sindicales del Día de los Trabajadores y el de la ultraderecha francesa en París. Sarkozy se enfrentará en los próximos días a una ecuación difícil: atraer al mismo tiempo a los electores centristas de François Bayrou (9,13%) y a los de extrema derecha. Los partidarios del presidente han iniciado un duro discurso sobre inmigración y seguridad, ampliamente desarrollado antes de la primera vuelta. Así, según el ministro de Trabajo, Xavier Bertrand, Francia "no tiene ganas de tener inmigración de más, ni el voto de los extranjeros en las elecciones locales", refiriéndose a una propuesta de Hollande en ese sentido.

Hollande, favorito para la segunda vuelta según los sondeos, ya obtuvo el apoyo del candidato de la izquierda radical Jean-Luc Mélenchon (11,1%) y de la ecologista Eva Joly (2,31%). En su primer mitin tras la primera vuelta, este lunes en Quimper (Bretaña, noroeste), el socialista se ha dirigido a las clases populares que, decepcionadas por la izquierda de los años 80 y 90, dieron su voto al Frente Nacional. "Es conveniente ir a buscar a otros electores que ya no saben muy bien dónde están", afirmó el candidato ante unas 2.000 personas. "Estoy pensando, aquí en Bretaña, en esos hombres y mujeres que ya no saben a quién mirar y se han ido con los malos vientos del voto extremo (...) Debemos escucharlos, en muchos casos son obreros que no saben cómo será el mañana, son jubilados que no pueden más, agricultores que temen por la supervivencia de su explotación, incluso jóvenes (...), yo entonces debo hablarles a todos", dijo.

Marine Le Pen ha señalado que dará a conocer su posición el primero de mayo, pero es muy probable que no llame a votar por ninguno de los dos candidatos que quedan en liza. Sondeos realizados el domingo por la noche indican que alrededor de dos tercios de los electores de Le Pen están dispuestos a votar por Sarkozy, que necesitaría una "transferencia (de votos) de un 80%", según el analista Pascal Perrineau. El FN quiere capitalizar su éxito en las elecciones legislativas que se llevarán a cabo el 10 y el 17 de junio, para entrar con vigor en la Asamblea Nacional (cámara de diputados). "La batalla por Francia sólo está empezando", señaló ayer Le Pen, quien proclamó al FN como "la única y verdadera oposición a la izquierda ultraliberal, laxista y libertaria".

Los dos finalistas deben cortejar igualmente a los electores del centrista Bayrou, quien en 2007, cuando había quedado tercero, se había negado a escoger entre la izquierda y la derecha. Bayrou ha señalado que esta vez podría pronunciarse en función de las respuestas de Sarkozy y de Hollande a los problemas nacionales, aunque ya varios de sus partidarios dijeron que optarían por el socialista.