Rubalcaba busca forjar lealtades con las 'baronías' afines a Chacón
El líder del PSOE perfilará esta semana la oposición a los recortes del Gobierno en un cónclave con los nuevos secretarios regionales
MADRID. Actualizado: GuardarDos meses y medio después de haber sido elegido secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba cuenta por fin con un ejército de 'barones' con mando en plaza casi al completo. El congreso de los socialistas navarros cerró ayer el período de renovación interna a la espera del País Vasco, Andalucía y Asturias, cuyos liderazgos difícilmente serán cuestionados tras los resultados electorales del 25 de marzo. Ahora el reto es construir lealtades.
Rubalcaba, que en este tiempo ha tenido problemas para encontrar su hueco y hacer visible el trabajo de oposición, tendrá que coordinar una red de federaciones lideradas, en no pocos casos, por dirigentes que respaldaron la candidatura de su oponente, Carme Chacón, en el XXXVIII Congreso del pasado 5 de febrero. Así ocurre, de hecho, en los cuatro territorios más relevantes en cuanto a número de militantes: Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid.
También el navarro Roberto Jiménez, triunfador en el reñido congreso celebrado este fin de semana en Pamplona, se inclinó en su día por la exministra catalana aunque no tiene un perfil beligerante. En Ferraz aseguran que, en realidad, el único de los nuevos líderes autonómicos que puede resultar problemático para la cohesión interna es el madrileño Tomás Gómez, que no oculta su intención de seguir marcando perfil propio.
Así y todo el camino no parece fácil de recorrer. Rubalcaba dejó claro el pasado miércoles que a su partido aún le queda mucho trabajo por hacer para «recomponer» las relaciones con un sector del electorado que le «abandonó» en las últimas elecciones generales. Y antes de nada tiene que recuperarse de una serie de trifulcas en muchos casos han dejado huellas profundas, no ya en el ámbito nacional, sino también en el regional.
Batallas abiertas
Porque, con la salvedad de Castilla-La Mancha, donde Emiliano García-Page logró un apoyo casi unánime, apenas ha habido un congreso pacífico en estos meses. Y aún quedan por cerrar las batallas provinciales... por no hablar de lo que pueda dar de sí el congreso andaluz, a celebrar antes del verano. El respaldo electoral de José Antonio Griñán, muy por encima de las expectativas, le facilita la 'limpia' de los críticos 'chavistas' que tan difícil le han puesto las cosas desde que asumió el poder en el partido.
En cualquier caso, la dirección federal ha preferido mantener una actitud pragmática. Reconocido el error de intentar colocar a un candidato alternativo en Galicia -una concesión a José Blanco que puso en la picota a la exministra Elena Espinosa-, ha optado por una intervención limitada en los territorios. En el caso de la Comunidad Valenciana se trató incluso de llegar un acuerdo entre el exsecretario general Jorge Alarte, que buscaba la reelección, y Ximo Puig, que aunque no apoyó la candidatura de Rubalcaba en febrero es considerado 'chaconista' circunstancial y persona integradora, de fácil trato.
Estos son, en todo caso, los mimbres con los que Alfredo Pérez Rubalcaba tiene que reconstruir el PSOE: unos 'barones' que en su mayoría carecen de poder institucional y unas arcas que hacen eco porque no tiene dinero. Para remate, tiene el condicionante de un pacto con Izquierda Unida en Andalucía, el gran bastión; porque, a pesar de que él insiste en que no hay nada que temer, las posturas de la coalición que lidera Cayo Lara distan mucho de los planteamientos que en política económica, sobre todo en lo que se refiere a la austeridad y la estabilidad presupuestaria, defiende el PSOE.
Cumbre
La segunda reunión de trabajo para orquestar una respuesta coordinada de oposición a los recortes anunciados por el Gobierno en sanidad y educación se celebrará esta semana. El PSOE reunirá por primera vez desde que Alfredo Pérez Rubalcaba es secretario general del partido al Consejo Territorial, que preside el asturiano Javier Fernández. Será, probablemente, el jueves o el viernes, una vez cuadren agendas.
La cita debe servir para terminar de perfilar una estrategia de oposición que se debate entre el ofrecimiento de acuerdos y la crítica acerada al Ejecutivo de Mariano Rajoy. Los socialistas ya han presentado una enmienda de totalidad a los Presupuestos y otra a la reforma laboral y llevarán al Tribunal Constitucional la amnistía fiscal. Faltan las alternativas al adelgazamiento del estado de bienestar.