El gasto del hospital de San Carlos asciende a 35 millones de euros al año
Si Defensa y el SAS no llegan a un acuerdo el centro sanitario cerrará de forma irremediable sus puertas debido al elevado coste
Actualizado:Sin paños calientes. Si el Servicio Andaluz de Salud (SAS) y Defensa no llegan a un acuerdo en los próximos meses, el hospital de San Carlos estará abocado al cierre. Los números (que siempre han sido importantes y más en esta época) no cuadran. El edificio acumula unos gastos anuales de 35 millones de euros y ya es público y notorio que Defensa no apuesta por él. Así se demuestra ante la rebaja de su categoría pasando de General a Básico, algo que tiene que ver con la caída de actividad continua de este centro que llegó a ser estratégico para la OTAN. Pero los enemigos del pacto de Varsovia cayeron y ahora son otros (ante el crecimiento del islamismo radical), por lo que no es conveniente tener un hospital al alcance de la frontera.
Además, el de Zaragoza está ahora por encima del isleño, algo que no parece lógico cuando se encuentra en el centro de la ciudad, mientras que el de San Carlos se sitúa en el interior de una población militar. Por otro lado, en la provincia de Cádiz hay un despliegue mayor de soldados y La Isla se convertirá en breve en el único lugar capacitado para llevar la formación de tropa del ejército de Tierra.
Y lo que la OTAN te quita, la OTAN te da, pues el escudo antimisiles de Rota incrementará la presencia de militares estadounidenses en la provincia. Si bien es cierto que dentro de la instalación tienen un hospital, también tienen varios convenios con diferentes centros hospitalarios como es el caso de San Carlos.
Nuevo concierto
Más allá de los motivos militares se encuentra el gasto. El edificio con únicamente dos plantas abiertas no es viable, así de sencillo. Tampoco el argumento de que San Fernando no necesita un hospital al tener dos en un radio de medio de 10 kilómetros. Principalmente porque ambos, tanto Puerto Real como Cádiz, tienen sus urgencias colapsadas. Un servicio que se solicita en el caso de San Fernando y que precisará de mayor número de camas para poder tramitar los ingresos propios de la observación y pequeñas cirugías. Además se solicita maternidad, aunque en este caso se precisaría de una mayor capacitación y por tanto inversión para que se pueda llevar a cabo.
Si de nuevo se tira por los números, Defensa está dispuesta a replantear su decisión siempre que consiga rebajar a la mitad sus gastos. Aquí es esencial que el SAS se implique, pero también parece complicado, sobre todo cuando va a echar a personal de sus hospitales a consecuencia de los recortes sanitarios.
Ante este panorama la plantilla de San Carlos ya se ha lanzado a la calle con una premisa clara: implicar a la ciudadanía. Si los isleños no presionan a las instituciones menos pesará la decisión de cerrar.