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José Félix del Río no está dispuesto a perder las ayudas que recibía para el tratamiento rehabilitador de su hijo. :: C. C.
SAN FERNANDO

«¿Dónde está el dinero para mi hijo?»

Teme no poder seguir pagando ni el psicólogo ni el pedagogo que atienden a su pequeño y que además pierda los avances conseguidos Un isleño lidera la lucha tras la supresión del reintegro de gastos para el tratamiento de niños autistas

CARLOS CHERBUY sanfernando@lavozdigital.es
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Es la cara que nadie quiere ver de la crisis. La cruda realidad de lo que implican los recortes y el temor que se pueda llegar aún más lejos. Fuera de las discusiones sobre quién tiene la culpa de esta recesión, de lo imposible que resulta mantener el actual sistema sanitario, incluso fuera de este mundo, se encuentran ellos. Los niños autistas de la provincia y sus familiares luchan cada día para que entren en esta realidad, de la que muchos sueñan con escapar. Sin embargo, tienen una nueva piedra en el difícil camino que les ha tocado sortear. Porque esto no se elige, te llega tanto si tienes dinero como si no. Pero está claro que con dinero es más llevadero, puedes ofrecer más oportunidades y mejor atención a un menor con esta enfermedad, aunque ahora aún más.

Así lo denuncia un padre isleño, José Félix del Río. Su guerra no es ya conseguir una mejor atención, sino que atiendan a su hijo. Una resolución de la Consejería de Salud hace ya casi un año, determinó la supresión del reintegro de gastos en las terapias rehabilitadoras. Algo que resulta cuanto menos curioso cuando la propia Consejería de Salud, en los escritos que manda a los padres para autorizar el pago, asegura que la no prestación del citado tratamiento «podría implicar un daño permanente e irreversible en el paciente desde un punto de vista órgano funcional».

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) tiene fijada una tarifa de 6,14 euros por sesión de tratamiento y por mes completo asciende a 153,64 euros. Desde hace aproximadamente un año, los padres no reciben prestación alguna por este servicio que se encarga de realizar la entidad de Autismo Cádiz (que se enfrenta a una situación que padecen todas las asociaciones de ámbito asistencial). Una medida que se realiza ya que el SAS no cuenta con los medios suficientes para llevarlo a cabo a través de la Seguridad Social.

Ante esta situación el isleño elevó una queja a la propia Consejería para confirmar la situación, pues teme el desamparo de los pequeños que precisan de dicho tratamiento rehabilitador, como es el caso de su hijo. Poco a poco ha ido consiguiendo el apoyo del resto de padres y de otras personas identificadas con la causa. La queja sobrepasa ya el centenar de firmas.

«Yo por ahora puedo seguir costeándolo pero sé que hay padres en paro que han tenido que quitar a sus hijos del tratamiento sabiendo el daño que le hacen, pero porque no tienen para comer». Una situación dura y que cuesta imaginar cuanto más enfrentarse a ella.

«Ves que los que deciden estos temas, y con independencia del color que sean, viven muy bien y cobran muy buenos sueldos y tienen muchas comodidades. Antes de tocar todo eso no les tiembla el pulso para dejar a unos niños sin sus terapias de rehabilitación. Lo peor es que sabes que sin ello tu hijo va a empeorar».

Desde atención psicológica a pedagógica hasta incluso aprender habilidades sociales como esperar en una cola o caminar por la calle. Lo que se les priva a estos niños que difícilmente entenderá que su rutina (eso que es tan importante para ellos) se rompe a consecuencia de la explosión de una burbuja inmobiliaria que cogió a España sin capacidad de reacción ni innovación para salir del atolladero más allá de apretarse el cinturón para ello. Lugar en el que los padres sin recursos se preguntan: «¿Dónde está el dinero para mi hijo?».