Romney busca compañero de viaje
El candidato republicano oficioso abre el proceso para elegir aspirante a la vicepresidencia
MADRID Actualizado: GuardarCinco estados -Nueva York, Pensilvania, Connecticut, Rhode Island y Delaware- se pronunciarán el martes sobre quién es la persona más idónea para defender los intereses del Partido Republicano en las presidenciales de noviembre. Un total de 231 delegados se ponen en juego. Pero poco de eso importa ya. Desde que Rick Santorum anunciase la decisión de suspender su campaña, Mitt Romney se ha convertido en el candidato oficioso del 'Great Old Party' a la Casa Blanca. Su mirada ya no está puesta en las primarias, con dos rivales con nulas opciones como Newt Gingrich y Ron Paul, sino en dotarse de las mejores armas posibles para arrebatar el cargo a Barack Obama en noviembre. De ahí que haya puesto en marcha el proceso de selección de compañero de 'ticket' electoral.
Beth Myers, antigua jefa de personal de Mitt Romney cuando este era gobernador de Massachusetts, será la cabeza rectora de dicho proceso, tal y como anunció el político en una entrevista con la periodista Diane Sawyer. De la decisión que adopten podrían depender en buena medida las opciones republicanas en una contienda que, a ocho meses vista, se presenta sumamente incierta.
El candidato necesita alguien que le ayude a neutralizar sus posibles puntos débiles en la lucha por la presidencia, un compañero que atraiga votos entre los sectores del electorado que puedan serle más esquivos y que contribuya a que la balanza se incline de su lado en los denominados 'swing states', los estados que basculan entre demócratas y republicanos y que tienen la llave de la Casa Blanca.
Los que más suenan
Eso es lo que ahora está comenzando a estudiar la campaña de Romney. El elegido, posiblemente, no se conocerá hasta poco antes de la Convención Republicana que se celebrará en Tampa (Florida) entre el 27 y el 30 de agosto. Pero ya hay tres figuras a las que apuntan muchos analistas.
La primera viene precisamente de la tierra donde tendrá lugar la convención. Marco Rubio, senador del estado de Florida desde 2010, cuenta con buenas papeletas para convertirse en el primer aspirante a la vicepresidencia de origen hispano. Elegido por la revista 'Time' como uno de los personajes más influyentes del año, es uno de los grandes referentes del 'Tea Party' en Washington.
A punto de cumplir 41 años, el senador tiene el respaldo de 'pesos pesados' como Jeb Bush, exgobernador del estado y hermano del expresidente George W. Bush, quien ha subrayado que el dinamismo y las dotes como orador de Rubio le convertirían en el compañero ideal para Romney. Sus credenciales conservadoras podrían servir para convencer a quienes miran a Romney como un oportunista que cambia de opinión en función de las encuestas y su juventud podría jugar a favor de los republicanos confrontada con un Biden que hace tiempo que piena canas. Además, sería una gran baza para atraer al campo republicano el voto latino, inclinado mayoritariamente del lado de Obama en las elecciones de 2008. Sin embargo, Rubio ha desmentido una y otra vez que esté pensando en la vicepresidencia. Quizás porque una derrota de Romney en noviembre podría abrirle las puertas a él de cara a una futura candidatura presidencial en 2016.
El segundo de los nombres que aparece en casi todas las quinielas es el de Chris Christie. El popular gobernador de New Jersey suscitó en su día los temores del equipo de Obama ante la posibilidad de que decidiese postularse a la Casa Blanca. Algunas encuestas realizadas mucho antes de que se celebrasen los 'caucus' de Iowa lo situaban como la principal amenaza para el presidente estadounidense. Pero no dio el paso. Subrayó que tenía un compromiso con su estado al que no podía renunciar y dio su respaldo a Mitt Romney, destacando que su experiencia en el sector privado, combinada con su labor como gobernador de Massachusetts, le convertían en el hombre ideal para "guiar" al país. Su elección podría ayudar a Romney a captar apoyos entre los indecisos, pero su apoyo a las uniones civiles entre los homosexuales y su postura a favor de restringir el derecho a poseer armas suscita el rechazo de los sectores más conservadores, precisamente aquellos entre los que Romney tiene más problemas.
El tercer republicano que suena con fuerza estos días es Paul Ryan. Presidente del Comité Presupuestario de la Cámara de Representantes, es un halcón en temas de control del gasto y un auténtico campeón para quienes abogan por un Gobierno lo más reducido posible. Furibundo opositor de la denominada 'regla Buffett', considera que aumentar los impuestos a los sectores más privilegiados de la sociedad fomentaría una lucha de clases, perjudicaría la recuperación económica y ralentizaría la creación de puestos de trabajo, unas ideas en plena consonancia con las vertidas por Romney.
Con algo menos de fuerza, la lista de posibles acompañantes de Romney incluye nombres como los de los gobernadores de Indiana (Mitch Daniels), Virginia (Bob McDonnell), Nuevo México (Susana Martínez), Minnesota (Tim Pawlenty) y Louisiana (Bobby Jindal), así como los de los senadores Rob Portman (Ohio) y John Thune (Dakota del Sur).
La nómina, a buen seguro, seguirá creciendo en las próximas semanas -una encuesta realizada por la CNN apunta que las preferencias mayoritarias se inclinan por Condoleezza Rice, la que fuera secretaria de Estado con George W. Bush, pero esa posibilidad no parece ser contemplada ni por ella ni por el propio candidato-. Algunos nombres irán cayendo por el camino y otros se sumarán. Pero es poco probable que, dado el carácter de Romney, se asista a una sorpresa similar a la que dio, con nefastos resultados para sus intereses, John McCain hace cuatro años al escoger a Sarah Palin como compañera de viaje. Romney es lo opuesto al impulsivo McCain y no se decidirá hasta tener estudiada hasta la última coma.