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cultura japonesa

Mucho más que 'Humor Amarillo'

El director Takeshi Kitano expone por primera vez en su país su universo personal, formado por pinturas, figuras, instalaciones y vídeos

MADRIDActualizado:

El nombre de Takeshi es conocido en España. Pero en nuestro país, el personaje no tiene la masiva popularidad que genera en Japón. Todo habría sido diferente si el famoso programa de televisión 'Humor amarillo' se hubiera distribuido con su título original: 'Takeshi's Castle'.

Takeshi Kitano, aparte de ser un hilarante creador de productos televisivos, es director y actor de cine, escritor, poeta, pintor, escultor e, incluso, diseñador de videojuegos. A pesar del enorme éxito que en los años 80 tuvo su formato de concurso campestre lleno de golpes, le debe su popularidad y reputación a las películas que ha dirigido, conocido en occidente como el 'Tarantino japonés'.

"Creo que el arte no debe ser ni especial, ni formal, ni cursi, sino algo más fácil a lo que acercarse", explica Kitano en el catálogo de su primera exposición en Japón. 'Gosse de peintre' es un compendio de pinturas, figuras, instalaciones y vídeos en los que desarrolla su universo personal. 'El niño del pintor', como se traduce el nombre de la muestra, hace referencia a su infancia humilde en Tokio, donde, efectivamente, era hijo de pintor, pero de brocha gorda.

Arte cercano

El director, de 65 años, evoca el nihilismo sombrío y el humor sarcástico de sus obras, tanto cinematográficas como televisivas, en 83 piezas que tienen como único objetivo acercarse lo máximo posible al público.

La exposición se instalará hasta el 2 de septiembre en la galería nipona Tokyo Opera City, tras recibir 130.000 visitas durante su estancia en la Fundación Cartier de París.

Dentro de la obra expuesta tienen presencia sus mejores películas, como 'Dolls', de 2002 y considerada su obra maestra; 'Zatoichi', de 2003 y donde interpreta también al protagonista, un samurái ciego; o 'Hana Bi', de 1997 y que se llevó el León de Oro del Festival de Cine de Venecia.

Trayectoria que contrasta con sus apariciones actuales en televisión, en formatos de humor chabacano y de poca calidad, donde es tratado como toda una estrella. Del emperador ridículo, despótico y bromista del castillo de 'Humor amarillo' a uno de los creadores polifacéticos más importantes de su país, pasando por una brillante carrera de cineasta aún sin concluir.