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Vista de las torres de la Casería desde el agujero de un muro de la Fábrica de San Carlos. :: C. C.
SAN FERNANDO

La maldición del ladrillo

Empresas implicadas en el caso Malaya, suelos imposibles de desarrollar o planes que se caen, es la tónica general de la construcción en La Isla Desde hace una década todos los proyectos urbanísticos tienen problemas

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Más que un mal de ojo, sin duda se trata de una maldición. Desde hace más de una década la ciudad tan solo encuentra problemas en sus planes de desarrollo urbanísticos. La crisis, los límites con los terrenos de Defensa, el Parque Natural, son solo algunos escollos que se interponen en el avance de una localidad que en 12 años prevé tener 115.000 habitantes. La polémica ha perseguido, en la última época, cualquier paso que se ha dado para incrementar el número de viviendas actual.

Resulta curioso que en San Fernando intentaran hacer negocios las dos empresas con mayor implicación en el caso Malaya, la operación más importante sobre la corrupción urbanística. Aifos dejó su promoción Cala del Sol (de dos edificios), a medio hacer y con más de 300 afectados sin su dinero y sin su piso.

En el caso de Arenal 2000, tan solo pudo levantar tres de las siete torres planificadas. Tras las denuncias de vecinos y colectivos ecologistas, al estar a pie de un frente litoral, la Junta decidió llevar la situación a los tribunales, donde se ha quedado estancada. Actualmente los pisos son de una entidad bancaria que está poniendo las casas en venta de forma escalonada. Ya solo queda una de las torres sin habitar. Esta promoción hace que la playa de la Casería obtenga una bandera negra cada año.

En cuanto al suelo, los terrenos de la Fábrica de San Carlos siguen sin poder desarrollarse al no convencer los planes a Defensa. Los planes especiales destinados a poner en valor ese suelo han caído siempre en saco roto ante las continuas reformas que solicita Defensa. El problema más marcado es el que tiene que ver con el helipuerto de la zona. A pesar de que se quitaron torres y rebajaron alturas, los edificios que se plantean sobrepasan el espacio de seguridad de los aparatos, que en principio tienen que hacer la maniobra de aproximación y despegue de este a oeste, con lo cual se encuentran a medio camino con las construcciones. Desde que se cesó la actividad en los terrenos se intentan sacar adelante sin éxito.

Años también son los que ha n transcurrido desde el Ayuntamiento planteara el desarrollo de los suelos de polvorines de Fadricas. Incluso hubo un grave enfrentamiento entre las administraciones, que al parecer se ha suavizado y actualmente se está con negociaciones con Defensa para conseguir dar el paso definitivo y la cesión del suelo, un total de 500.000 metros cuadrados.

A ello hay que sumar los 83.000 de La Marquina un suelo no urbanizable, que una promotora ostenta a la espera de que se apruebe el nuevo Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) para construir. Por último, la crisis ha tumbado varias construcciones que se encuentran en el olvido como el caso de la de Edelsur en San Marcos o la de unifamiliares del Mirador del Puerto cerca de Gallineras.